Nigeria vs Gabón: el drama africano rumbo al Mundial

La noche en Rabat se transformó en una montaña rusa de emociones. Gabón logró igualar en el 89’ tras el 1-0 de Nigeria que parecía sellar el pase, pero la historia tuvo otro final. En la prórroga, Chidera Ejuke abrió la ofensiva y Victor Osimhen selló el 4-1 con dos goles magistrales.

La victoria coloca a Nigeria en la final del repechaje africano, donde esperará rival entre Camerún y la República Democrática del Congo. Solo el ganador se jugará la plaza intercontinental rumbo al Mundial.
La sensación es que Nigeria se salvó del desastre justo a tiempo: dominaron, erraron ocasiones y pagaron caro un grave error defensivo que dio vida a Gabón. Pero cuando el guion se rompió, supieron martillar para llevarse el billete.

Errores, golazos y la explosión de Osimhen

El guion parecía cercano al triunfo fácil para Nigeria cuando Akor Adams aprovechó un pase atrás erróneo de Gabón en el 78’ para adelantar a las Súper Águilas.
Sin embargo, el golpe llegó en el 89’ cuando Mario Lemina desvió un disparo que batió al guardameta nigeriano. El empate sembró dudas. Toda la ventaja había sido dilapidada y se abría un nuevo capítulo oscuro.

Entonces apareció Victor Osimhen. Tras fallar una ocasión clara en el minuto añadido, se redimió en la prórroga: su primer gol al minuto 102’, y el segundo en el 110’, liquidando cualquier esperanza rival. Ejuke había hecho el 2-1 en el 97’.
Osimhen demostró que no juega solo para brillar: mediaba el pase al gol de Ejuke, se sacrificó, y cuando el momento lo requería, apareció como cazador. Nigeria encontró la brújula ofensiva en su delantero estrella.

Gabón lo intentó pero se quedó sin aliento

El impacto psicológico de ese gesto fue enorme. Nigeria ganó seguridad, mientras Gabón perdió el momentum. Pese a que hicieron méritos para al menos forzar penaltis, se encontraron con un equipo más fuerte en los minutos que importan.

La falta de contundencia en ataque, combinada con desgaste físico, les quitó el frescor. Cuando Osimhen y Ejuke empezaron a girar la llave del motor, no hubo freno posible. Gabón había creído; Nigeria remató.

La ruta continúa para Nigeria: presión, aspiración, realidad

Con este triunfo, Nigeria mantiene viva la ilusión de estar en el Mundial 2026. Pero el camino sigue siendo sinuoso. Tendrán que ganar la final del playoff africano y luego superar la repesca intercontinental.
La buena noticia: mostraron carácter. La mala: la fragilidad en los minutos finales normales. Si no afinan contra su próximo rival, podrían verse en la trampa.
Para Osimhen, este partido fue un signo de madurez: falló, sufrió, lideró y definió. Y para el seleccionador, ahora hay un arma ofensiva fiable.