A solo dos días del crucial partido de repechaje rumbo al Mundial 2026 ante Gabón, la selección de Nigeria atraviesa un nuevo episodio de caos. Los jugadores de las Súper Águilas decidieron boicotear el entrenamiento programado en su concentración de Rabat, Marruecos, como protesta por los pagos pendientes que arrastran desde hace años.

La selección se planta por falta de pagos

Según informó el propio plantel a través de un comunicado, todo el grupo, incluidos los miembros del cuerpo técnico, se negó a entrenar hasta que la Federación Nigeriana de Fútbol (NFF) cumpla con los compromisos económicos acordados.

“El plantel completo, incluidos los oficiales, se abstuvo de entrenar hoy en Marruecos debido a problemas no resueltos con pagos pendientes. Esperamos una resolución rápida para continuar con nuestra preparación para el partido del jueves ante Gabón”, señaló el comunicado difundido por los jugadores.

De acuerdo con medios locales, las deudas incluyen bonos de partidos y primas de clasificación a la Copa Africana de Naciones (AFCON), algunos pendientes desde 2019. Aunque representantes de la federación se reunieron con parte del grupo, no se ha llegado a un acuerdo definitivo.

Un ambiente enrarecido antes del duelo decisivo

El clima dentro del equipo no ha sido el ideal. La ausencia inicial de Victor Osimhen, máxima figura del combinado nigeriano, generó preocupación entre los aficionados. Sin embargo, el delantero del Napoli se reincorporó finalmente al campamento, intentando calmar las aguas en un vestuario ya tenso.

Por otro lado, Alex Iwobi, jugador del Fulham, fue objeto de críticas en redes sociales luego de publicar un video desde el hotel de concentración, donde los aficionados interpretaron que se quejaba de las condiciones. El mediocampista respondió con un mensaje aclaratorio:

“Todo es cuestión de perspectiva. Solo mostré la vista, no me quejé. Estoy cómodo, tranquilo, jugando Mario Kart. Tenemos un gran partido por delante, déjenme concentrarme”, expresó.

Nigeria, contra el reloj y contra sus propios problemas

El conflicto estalla en el peor momento posible. Nigeria, que no logró la clasificación directa al Mundial durante la fase de grupos, necesita vencer a Gabón en semifinales del repechaje para mantener vivas sus esperanzas de regresar a la máxima cita del fútbol.

Sin embargo, la crisis interna amenaza con desestabilizar por completo los preparativos para uno de los partidos más importantes del ciclo. La NFF, presionada por la opinión pública y el plantel, deberá actuar con rapidez para evitar que la protesta se extienda y ponga en riesgo el sueño mundialista de todo un país.