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La cachetada que incendió al Everton podría tener graves consecuencias para Gana Gueye
Una escena insólita encendió las alarmas en el Everton y abrió un debate que no deja a nadie indiferente. ¿Qué llevó a un jugador a perder el control en pleno partido?
La expulsión que sorprendió a la Premier
La expulsión de Idrissa Gana Gueye dio la vuelta a Inglaterra no solo por la acción en sí, sino por el inesperado destinatario: su propio compañero, Michael Keane. La escena del mediocampista marchándose del campo tras abofetear al defensor del Everton dejó atónitos a jugadores, aficionados y comentaristas por igual.
El incidente, ocurrido en Old Trafford, generó un revuelo inmediato. Las cámaras captaron el momento exacto del golpe y la reacción del árbitro, que no dudó en mostrar la tarjeta roja directa. Desde ese instante, empezó a hablarse no solo de la expulsión, sino del peso disciplinario que podría venir detrás.
Las reglas no dejan margen de maniobra
De acuerdo con el reglamento de la Premier League, una agresión con roja directa suele traducirse en una suspensión mínima de tres partidos. Y aunque el contexto fue insólito —agredir a un compañero— la norma es clara: la sanción aplica independientemente del destinatario.
Las disculpas del propio Gueye, difundidas rápidamente en redes sociales, tampoco garantizan una reducción del castigo. El jugador reconoció su error, asumió la responsabilidad y aseguró que el episodio “no representa sus valores”. Sin embargo, la liga tiende a mantener el criterio cuando se trata de agresiones físicas, incluso en circunstancias excepcionales.

La postura del Everton y las palabras de Moyes
Dentro del club también hubo reacciones de peso. El entrenador de los Toffees, David Moyes, calificó el momento como “un instante de locura”, aunque destacó que existe otra lectura: la tensión competitiva que a veces estalla entre compañeros cuando las cosas no salen como deberían.
Moyes confirmó que Gueye ofreció disculpas al vestuario y elogió la actitud del equipo al manejar la situación internamente. Aun así, el técnico dejó entrever que la decisión final recaerá en los órganos disciplinarios, y que el club esperará el dictamen oficial antes de tomar medidas adicionales.
¿Qué viene ahora para Gueye?
El Everton aguarda el fallo disciplinario mientras analiza cómo reorganizar al equipo ante una posible baja prolongada. Para Gueye, más allá del castigo, el reto será recuperar la confianza del vestuario y de la afición tras un gesto que nadie esperaba.
El episodio se ha convertido en una de las historias más comentadas de la semana en la Premier, y el desenlace marcará el rumbo inmediato del jugador y del club.













