El Manchester City encara este martes un duelo que, a simple vista, parece uno más de fase de grupos ante el Bayer Leverkusen, pero que para Pep Guardiola llega con un peso especial. El técnico catalán dirigirá su partido número 100 en Champions League, una cifra que muy pocos entrenadores han alcanzado y que marca una etapa más en su trayectoria entre Barcelona, Bayern y el propio City.
Sin embargo, ni el contexto histórico ni los números cambian lo esencial: el City llega rodeado de preguntas, lesiones y un Guardiola que atraviesa días intensos dentro y fuera de la cancha.

Donnarumma, las bajas y un aviso directo desde el banquillo

En la previa, Guardiola se detuvo en la situación de Gianluigi Donnarumma, su portero titular desde la llegada del italiano a Manchester. La consigna fue clara, seca y sin rodeos: “Tiene que defender su posición. Si es amonestado, es amonestado”.
Con esto, Pep dejó claro que no habrá privilegios, incluso en una semana en la que todo apunta al riesgo de sanción para el arquero. Y, por si había dudas, el técnico confirmó su plan B: “Si es sancionado, James Trafford jugará”. El joven inglés se mantiene listo para un escenario que podría llegar más pronto de lo esperado.

Las noticias médicas tampoco fueron las más alentadoras. Guardiola confirmó que Rodri y Mateo Kovacic seguirán fuera, aunque la situación del español —Balón de Oro 2024— no pinta dramática: “Esperaremos un poco más para asegurarnos de que está bien”.
Una baja sensible, sí, pero no un problema a largo plazo.

El “mea culpa” tras la derrota ante Newcastle

El encuentro llega acompañado por la resaca del tropiezo contra Newcastle, donde Guardiola explotó: discusión con un cámara, protestas al árbitro y choques con Bruno Guimarães.
Pep reconoció que esa versión no le gusta:
“Me sentí avergonzado cuando vi las imágenes. No me gusta. Incluso con 1.000 partidos cometo errores. Pido disculpas”.

Una noche para celebrar… si el City responde

Guardiola cerró la rueda de prensa recordando el significado del partido 100 en Champions: “Creo que me estoy haciendo viejo… pero es bueno. Estar aquí cada temporada significa mucho. Es una gran competición”.
Ahora, con la marca al alcance y el Leverkusen enfrente, el City tiene la oportunidad de recuperar sensaciones y darle al técnico una noche a la altura de su legado europeo.