La jornada 14 de LaLiga llega con tensión, heridas recientes y un mensaje que ha sacudido el entorno del FC Barcelona. Mientras el Real Madrid defiende su liderato en su visita al Girona, el Barça vuelve al Camp Nou buscando alivio tras el golpe recibido en Stamford Bridge. Pero más allá de la tabla o de los rivales, el foco mediático se ha posado sobre un nombre: Lamine Yamal, señalado esta semana por una advertencia tan dura como inesperada.

El exdelantero Louis Saha, con pasado en Manchester United, Newcastle y Tottenham, aseguró que el joven extremo azulgrana “nunca podrá alcanzar a Lionel Messi” porque no posee la misma obsesión ni disciplina que marcaron la carrera del argentino y de Cristiano Ronaldo. Una declaración que encendió el debate y llegó en el momento menos apropiado para un jugador señalizado tras su pobre actuación contra el Chelsea.

Del brillo a la crítica: Lamine, entre la presión y las comparaciones

La derrota por 3-0 ante el Chelsea dejó a Lamine apagado, superado por Marc Cucurella en prácticamente todos los duelos. El lateral español había anticipado que sería un partido duro para el canterano, y cumplió con su palabra. A pesar de su buen registro goleador y de asistencias, la pubalgia que arrastra desde hace semanas ha limitado su influencia en los partidos y su continuidad. Esto, sumado a varios episodios extradeportivos recientes, lo ha convertido en protagonista de titulares ajenos al fútbol.

Saha no dudó en señalarlo: “Veo demasiado ruido alrededor de él. Ese talento puede desperdiciarse”.
El francés teme que Yamal siga una trayectoria similar a la de Neymar, un jugador que para él tenía incluso más cualidades que Yamal, pero cuyo estilo de vida le impidió dominar como se esperaba.

Además, insistió en que le falta la mentalidad que define a figuras como Messi o Cristiano: “Estos tipos estaban obsesionados. A Yamal lo veo más vulnerable a las distracciones”.

Una sentencia dura para un jugador que, con solo 18 años, ya quedó segundo en la votación del Balón de Oro 2025.

Entre las dudas y la ambición: el Barça necesita su mejor versión

El Barça llega a esta jornada necesitado de aire. En Liga, recibe al Alavés como una oportunidad para recomponer la moral después del descalabro europeo. Los de Hansi Flick vienen de un partido en el que Yamal quedó relegado al banquillo en los últimos minutos y donde el equipo se vio sin chispa, sin creatividad y sin liderazgo ofensivo.

Al mismo tiempo, el propio Yamal se ha encargado de enviar señales de ambición. En una entrevista reciente, aseguró que aspira a ganar la Champions League, el Mundial y el Balón de Oro: “Quiero todo”, dijo, reafirmando que su hambre competitiva sigue intacta pese a los tropiezos.

La pregunta es si podrá gestionar la presión, evitar las distracciones y evolucionar hasta convertirse en la superestrella que España y el Barça necesitan. Por ahora, las advertencias están sobre la mesa. Y el fútbol, tribunal implacable, dictará su sentencia con el tiempo.