El alivio que necesitaba el Barcelona

Tras la dura derrota ante el Chelsea, Hansi Flick intentó enviar un mensaje de calma: aseguró tener “buenas sensaciones” por la intensidad de los entrenamientos y, sobre todo, por la inminente recuperación de jugadores clave. Y entre ellos aparece un nombre que pesa más que cualquier otro en su pizarra: Pedri.

El canario completó este miércoles parte del entrenamiento con el grupo, probándose físicamente tras semanas de ausencia. De momento, las sensaciones han sido positivas. El plan del cuerpo técnico es evaluar su evolución durante las próximas dos sesiones, con un objetivo claro: que el sábado reciba el alta y pueda jugar unos 15 minutos ante el Alavés.

Un regreso adelantado y muy esperado

Pedri sufrió una rotura del bíceps femoral de la pierna izquierda el pasado 26 de octubre, durante el Clásico. El pronóstico inicial marcaba unas seis semanas de baja. Si finalmente reaparece este fin de semana, habrá reducido ese plazo en diez días, un detalle que alivia a un Barça que necesita urgentemente recuperar control, creatividad y liderazgo en el centro del campo.

El regreso del ’8’ permitirá a Flick reordenar piezas: juntar a Frenkie de Jong y Fermín, devolver a Eric García a tareas defensivas y, sobre todo, recuperar la figura que da coherencia a todo su sistema. Pedri no es un jugador más: es el futbolista que transforma el ritmo, el que ordena, el que hace que el equipo respire.

Raphinha apunta al once

La otra buena noticia para el técnico alemán es Raphinha, quien regresará como titular ante el Alavés tras sumar minutos frente al Athletic (10) y contra el Chelsea (30). Su presencia es fundamental no solo por su impacto ofensivo, sino por su capacidad de presionar alto y dar equilibrio en fase defensiva.

Marcus Rashford y Ferran Torres han cumplido en la banda, pero ninguno ofrece la versatilidad, agresividad y lectura táctica que aporta el brasileño, una pieza esencial para restaurar la identidad del equipo en momentos de presión.

Un Barça que necesita reaccionar

Entre lesiones, dudas futbolísticas y resultados irregulares, el Barcelona llegó a una zona peligrosa: dos derrotas y un empate en cinco jornadas de Champions lo han dejado en un atolladero, y en LaLiga el margen de error es mínimo.

Con Pedri, Raphinha y el regreso de Joan García en la portería, Flick por fin tendrá más herramientas para reconstruir un equipo que necesita un golpe anímico urgente.

El sábado puede ser el comienzo del cambio. Y todo empieza con la vuelta del futbolista que más extrañó el Barça en estas últimas semanas.