El Real Madrid necesitaba un golpe de autoridad para escapar de su tramo más gris de la temporada y apareció el futbolista concebido para este tipo de noches: Kylian Mbappé. El francés, que venía de tres partidos sin marcar y con la presión mediática al límite, firmó una actuación monumental en Atenas para liderar la remontada ante el Olympiacos.

Cuatro goles, en un momento de máxima exigencia, lo devolvieron a su mejor versión y lo catapultaron hacia un grupo reservado para unos pocos elegidos en la historia del club.

Mbappé no solo impulsó una victoria crucial. También escribió su nombre junto a figuras que forman parte del ADN del madridismo.

Un póker histórico: Mbappé entra al Olimpo blanco

Con su repóker de recursos ofensivos y una definición demoledora, Mbappé completó un póker que lo coloca junto a tres gigantes que marcaron época: Cristiano Ronaldo, Ferenc Puskás y Alfredo Di Stéfano. Ellos eran, hasta anoche, los únicos jugadores del Real Madrid capaces de anotar cuatro goles en un solo partido de Copa de Europa.

Los precedentes eran de museo:

• Cristiano lo consiguió ante el Malmö en 2015-16.
• Puskás lo hizo dos veces, frente a Feyenoord (1965-66) y Eintracht Frankfurt (1959-60).
• Di Stéfano también firmó dos repókers, ante el Wiener (1958-59) y el Sevilla (1957-58).

Ahora, Mbappé se suma al club. Y lo hace en un contexto radicalmente distinto: llegó para ser líder inmediato y lo está cumpliendo. Acumula 22 goles esta temporada, nueve de ellos en Champions en solo cinco jornadas, superando ya sus mejores registros continentales con el PSG.

Una exhibición colectiva y un mensaje de Xabi Alonso

Aunque la noche fue suya, Mbappé no estuvo solo. Vinicius Junior asistió el primero con un pase exterior mágico y participó en el cuarto con una jugada individual que rompió al Olympiacos. Arda Güler y Eduardo Camavinga completaron las asistencias en una actuación coral del equipo, que necesitaba un impulso emocional después de varios tropiezos.

Tras el partido, Xabi Alonso no escondió su admiración:
“Los nombres con los que se iguala son historia del club. Me alegro muchísimo por él. Valoro mucho más que los goles: su liderazgo, su influencia y cómo habla al grupo antes de los partidos. Se lo merece”.

Mbappé ya había anotado cuatro goles en un mismo partido en 2018 con el PSG ante el Olympique de Lyon, pero lo de Atenas tiene otra dimensión. Lo hace vestido de blanco, en Champions y en un momento crítico. Lo hace como líder, como referente y como heredero natural de una tradición de leyendas.