El Barcelona encendió todas las alarmas tras una semana crítica en la que encadenó tres derrotas ante rivales directos: París Saint-Germain (1-2) y Chelsea (3-0) en la Champions League, además del tropiezo ante el Real Madrid (2-1) en LaLiga. El equipo de Hansi Flick, que la temporada pasada irradiaba autoridad y regularidad, se ha desplomado en competitividad justo en el punto clave del calendario. Y la goleada sufrida en Stamford Bridge no solo dejó al Barça contra las cuerdas en Europa, sino que también puso fin a una racha histórica del club.

Más allá del marcador, la expulsión de Ronald Araújo al borde del descanso y las actuaciones irregulares de jugadores como Frenkie de Jong y Lamine Yamal evidenciaron un equipo desconectado, muy lejos del estándar que Flick impuso en su primer año al mando.

Flick pide calma, pero el equipo pierde el pulso competitivo

A pesar del duro golpe en Londres, Hansi Flick trató de mantener la mirada optimista. El alemán aseguró que el equipo mostrará “una versión diferente” en las próximas semanas y subrayó la necesidad de recuperar agresividad e intensidad, especialmente ante equipos físicos como el Chelsea.

Las comparaciones con el curso pasado son inevitables. Con el mismo bloque, el Barça arrasó en España y firmó actuaciones de dominio absoluto ante gigantes europeos como el Bayern Múnich (4-1) y el Real Madrid (0-4). Hoy, sin embargo, las lesiones han pasado factura: las recaídas de Raphinha, la pubalgia de Lamine Yamal, los problemas de Pedri y las molestias del portero Joan García explican parte de la pérdida de continuidad.

Pero también hay un problema colectivo: fragilidad defensiva y desorden en Europa. El Barça ha concedido 25 goles en la temporada, incluidos 10 en cinco partidos de Champions. Y lo más preocupante: en cinco de los últimos ocho encuentros continentales encajó tres o más tantos.

La racha rota: 53 partidos seguidos marcando y un registro personal de Flick

La derrota por 3-0 en Stamford Bridge rompió un récord que parecía intocable. El Barça acumulaba 53 partidos seguidos marcando, la racha más larga de toda su historia. Desde el 15 de diciembre de 2024 no había terminado un duelo sin anotar. El Chelsea puso fin a esa marca de casi un año de vigencia.

La caída también arrastró un registro individual del entrenador. Hansi Flick jamás había dirigido un partido de Champions en el que su equipo se quedara sin marcar. Su registro previo era de 37 encuentros viendo puerta, 18 con el Bayern y 19 con el Barça. El golpe en Londres terminó con ese hito personal.

Los números reflejan un problema profundo: en Champions, los equipos de Flick han encajado 34 goles en 19 partidos con el Barça, una media de 1.8 por juego, muy superior a su rendimiento doméstico.