Un encuentro oculto que desata especulaciones

Lo que parecía una reunión privada entre dos viejos amigos terminó convertido en el nuevo centro de atención del fútbol inglés. Mohamed Salah y Jordan Henderson fueron fotografiados en una cena secreta en Londres, ambos disfrazados con mascarillas y gorras para evitar ser reconocidos. La escena, filtrada por The Sun, llamó la atención inmediatamente por el contexto que atraviesa el egipcio.

El encuentro tuvo lugar en el elegante restaurante italiano Scalini, donde compartieron alrededor de 90 minutos de conversación. Un aficionado del Aston Villa reconoció a ambos jugadores cuando se retiraron las mascarillas en la mesa. Desde entonces, las especulaciones han estallado, especialmente considerando los vínculos de Henderson con Arabia Saudí y el interés creciente de la Pro League en Salah.

La sombra de Arabia Saudí vuelve a aparecer

Las preguntas sobre un posible futuro de Salah en Arabia se reactivaron rápidamente. Henderson militó medio año en Al-Ettifaq, conoce de primera mano el funcionamiento de la liga y, según testigos, respondió con entusiasmo a cada duda del delantero egipcio. El propio responsable de la Saudi Pro League, Omar Mugharbel, alimentó el clima de incertidumbre al declarar que “Salah es bienvenido” en su competición.

La narración del testigo que fotografió la cena solo aumentó el misterio: describió a Salah escuchando con evidente interés y analizando cada explicación de Henderson. Si la conversación giraba o no sobre Arabia Saudí, nadie lo sabe. Pero el momento no podría ser más tenso, ni más oportuno para las teorías que circulan alrededor del futuro del atacante.

Liverpool intenta contener una ruptura cada vez más visible

La cena llega en el peor momento posible para Liverpool. Salah vive su etapa más delicada desde que llegó al club: suplencias consecutivas, críticas internas y un mensaje explícito en el que afirmó sentirse usado como excusa y no saber si volverá tras la AFCON. Su ausencia de la convocatoria para la Champions contra el Inter solo profundizó el conflicto.

Arne Slot, presionado desde todos los frentes, confirmó que hablará con Salah para intentar recomponer la relación. El entrenador fue claro al evitar polémicas, pero también admitió que las discusiones entre ambas partes han sido numerosas. Aun así, aseguró que no desea perder a la estrella del equipo y que el club ha ganado demasiado con él como para considerarlo prescindible.

Un clima que anticipa decisiones difíciles

Las declaraciones recientes de Salah dejan al descubierto un desgaste que parece difícil de revertir. El egipcio asegura sentirse decepcionado, sin explicaciones claras sobre su suplencia y convencido de que se lo está utilizando como chivo expiatorio. Ese mensaje público, raro en él, confirma que la grieta emocional es real.

En ese contexto, una cena secreta con Henderson —quien conoce mejor que nadie el puente entre la Premier y Arabia Saudí— se convierte en mucho más que un simple reencuentro amistoso. Para Liverpool, la incertidumbre se multiplica. Para Salah, la decisión sobre su futuro podría estar acercándose.