Un adiós sin remordimientos para el argentino

Alejandro Garnacho ha sorprendido con la franqueza de sus declaraciones sobre su salida del Manchester United. Para el extremo argentino, marcharse a Chelsea no generó dudas ni nostalgia. “Fue una decisión fácil”, aseguró al ser cuestionado sobre si lamentaba cómo terminó su etapa en Old Trafford, marcada por tensiones con el entrenador Rúben Amorim.

Traspasado este verano por 40 millones de libras y con una cláusula del 10% para futuras ventas, Garnacho dejó claro que necesitaba un cambio de aire. “A veces tienes que mover cosas para dar un paso adelante. Era el momento correcto y el club correcto”, explicó. Su salida, lejos de ser traumática, fue un paso que considera necesario para su crecimiento.

Chelsea, un proyecto que lo sedujo desde el inicio

En Stamford Bridge, Garnacho ha encontrado un entorno más favorable para su desarrollo. Con 21 años, ya suma 14 partidos esta temporada entre todas las competencias, con dos goles y dos asistencias. Su impacto todavía es moderado, pero su energía, desborde y personalidad han llamado la atención en Londres.

Su fichaje se percibe como una apuesta a futuro dentro de un proyecto joven y ambicioso. En Chelsea creen que aún tiene margen para elevar su techo, consolidarse en la élite y convertirse en uno de los jugadores diferenciales del ataque.

El mensaje de Maresca: confianza, pero con exigencia

Previo al duelo de Champions ante Atalanta, el técnico Enzo Maresca analizó el rendimiento del argentino y lanzó un mensaje claro. “Puede dar mucho más”, afirmó, aunque también destacó su actitud positiva. “Trabajar con él es fácil porque quiere aprender, tiene la mente abierta y se esfuerza tanto con balón como sin él”, añadió.

Maresca subrayó que Garnacho ha tenido partidos brillantes y otros más discretos, algo normal en un jugador joven que atraviesa un proceso de adaptación. Sin embargo, el balance general es satisfactorio y el club considera que su crecimiento será progresivo y constante.

Un cambio que ya empieza a justificarse

A pesar de las críticas iniciales por dejar Manchester, Garnacho se mantiene firme: no se arrepiente y no mira atrás. En Chelsea encontró un nuevo contexto, un entrenador que confía en él y un proyecto que encaja con sus ambiciones.

Si continúa evolucionando y cumple con las expectativas del cuerpo técnico, su “decisión fácil” podría convertirse en una de las mejores de su carrera.