Una leyenda bajo cuestionamiento

Hablar del impacto de Mo Salah en el Liverpool FC es hablar de una figura histórica: 250 goles, títulos de Premier League y Champions, récords individuales y un lugar asegurado entre los más grandes de Anfield.
Pero nunca había vivido algo como esto: tres suplencias consecutivas y, lo más inesperado, no fue convocado por Arne Slot para el partido de Champions League ante el Inter de Milán, apenas días después de su explosiva entrevista en la que criticó abiertamente al club y al entrenador.

El egipcio, acostumbrado a cargar con el peso del equipo, atraviesa un momento deportivo y emocional desconocido en su carrera en Liverpool.

La pregunta incómoda: ¿hay razones futbolísticas?

Mientras se especula con problemas extradeportivos tras sus declaraciones, los números de esta temporada también plantean un debate:
¿Tiene Slot argumentos para dejar fuera a su mejor atacante de los últimos siete años?

Comparado con Cody Gakpo y Dominik Szoboszlai, Salah no se desploma, pero tampoco brilla como solía hacerlo. Y frente a su propia versión de la temporada 24-25, la diferencia es enorme.

Sus métricas caen en casi todos los aspectos clave:

• Menos goles
• Menor xG
• Más tiros para marcar
• Menos asistencias
• Menos pases clave
• Mucho menos impacto en presión y recuperación

Es un Salah más terrenal, menos decisivo y sin la chispa que lo convirtió en leyenda del club.

El resto tampoco vuela… pero supera al egipcio en detalles

Lo curioso es que los otros extremos tampoco viven su mejor momento individual.

• Gakpo lidera en goles por 90 minutos (0.27 por 0.21 de Salah).
• También es el mejor en asistencias (0.22).
• Y es más efectivo en regate y finalización.

Salah, aun así, genera más jugadas de gol, pisa más el área y registra un xG superior. Pero nada de eso se traduce en producción real: ni goles ni asistencias al nivel esperado.

Szoboszlai, por su parte, se impone en recuperación y presión, funciones que hoy Salah prácticamente no está cumpliendo.

Una ausencia que marca un antes y un después

El golpe más fuerte no vino de los números, sino del banquillo:
Arne Slot decidió no convocar a Salah para la Champions ante el Inter, una decisión inédita que expone la gravedad del conflicto interno.

En este contexto, el “caso Salah” dejó de ser una cuestión táctica para convertirse en un terremoto institucional.

El egipcio está lejos de su mejor versión… pero tampoco parece que Liverpool esté encontrando una alternativa que pueda reemplazar su legado inmediato.
Y esa combinación hace que este culebrón —sin duda— apenas esté comenzando.