Era el escenario perfecto para un cierre de película: Abu Dabi, Yas Marina, última carrera del año y un título que todavía respiraba. Max Verstappen hizo lo suyo, ganó la carrera, lideró cada vuelta como si fuera un trámite más en su colección de victorias… pero no fue suficiente.
Lando Norris, a los 26 años, es el nuevo campeón del mundo de Fórmula 1.

Y no es cualquier campeón: es el undécimo británico en conquistar el título y el primero de McLaren desde la época dorada de Lewis Hamilton en 2008. Un ascenso paciente, trabajado, que explotó justo cuando el proyecto de Woking volvió a creer que podía ser campeón.

El podio que valió un campeonato

Norris selló la corona con un tercer lugar en Abu Dabi. No necesitaba ganar, solo necesitaba resistir, evitar errores y asegurar los puntos que marginaran a un Verstappen que venía por su quinto título consecutivo.
El inglés ejecutó esa misión con la frialdad de un veterano, mientras su compañero Oscar Piastri firmaba un segundo lugar que terminó de blindar el campeonato para McLaren.

Aunque Verstappen sumó su octava victoria del año (y la número 71 de su carrera), el Mundial se le escapó por apenas dos puntos. Dos puntos que definen una temporada donde el neerlandés ya no dominó con mano de hierro y donde McLaren logró recortar una distancia que hasta hace un par de años parecía imposible.

El papel de los demás protagonistas

• Fernando Alonso, en modo artesano del volante, cerró sexto y volvió a ser uno de los grandes animadores estratégicos del pelotón.
• Charles Leclerc y George Russell ocuparon el cuarto y quinto puesto, respectivamente, con un duelo constante durante toda la carrera.
• Lewis Hamilton, ya como piloto de Ferrari, terminó octavo en una temporada de altibajos y ajustes.
• Nico Hülkenberg fue la sorpresa del día: remontó nueve posiciones para terminar noveno.
• Carlos Sainz, ahora en Williams, no encontró ritmo y acabó decimotercero.
• El argentino Franco Colapinto (Alpine) cerró vigésimo, en una jornada complicada para el piloto sudamericano.

Un campeonato histórico… y apretadísimo

Norris finalizó el Mundial con 423 puntos, apenas dos más que Verstappen, y trece sobre Piastri.
Un margen mínimo que no hace justicia a lo monumental que fue su evolución, su consistencia y su capacidad para ejecutar bajo presión.

Con este título, Norris deja de ser “la promesa simpática del paddock” para convertirse en una fuerza real, un campeón legítimo y un piloto que, por primera vez en la era híbrida, logra romper la hegemonía de Mercedes primero y de Red Bull después.

Lando Norris ya es campeón… pero ahora empieza lo difícil

Ganar el primer título es una cosa.
Defenderlo contra Verstappen es otra.

Pero este es el momento que cambia la historia de un piloto y, quizá, de un equipo. McLaren vuelve a la conversación grande. Norris entra al club de los campeones. Y la Fórmula 1, por fin, tiene una batalla que deja de ser un monólogo.

La era Lando Norris acaba de comenzar.