El desenlace del Mundial de Fórmula 1 llega a Abu Dabi más apretado que nunca, con tres pilotos separados por apenas dieciséis puntos y un cierre que, lejos de la calma prevista semanas atrás, ahora promete tensión absoluta vuelta a vuelta. Lando Norris domina la clasificación con 408 puntos, seguido muy de cerca por Max Verstappen con 396 y por Oscar Piastri con 392, después de una carrera en Catar que transformó el campeonato por completo.

¿Cómo reabrió Verstappen el Mundial en Lusail?

La victoria del neerlandés en el Gran Premio de Catar no fue un simple golpe de autoridad, sino una ejecución quirúrgica en un escenario marcado por el caos estratégico. Todo comenzó con el safety car en la vuelta 7, provocado por el choque entre Nico Hülkenberg y Pierre Gasly. Ahí, Red Bull tomó una decisión clave: entrar a boxes y tomar control del guion de carrera.

Mientras tanto, McLaren decidió mantenerse en pista, obligando a Norris y Piastri a gestionar un primer stint más largo en un circuito donde las ruedas delanteras sufren más que en casi cualquier trazado del calendario. Con esos compuestos desgastados y la presión de Carlos Sainz y Kimi Antonelli, el ritmo de ambos McLaren empezó a caer mientras Verstappen construía una carrera basada en aire limpio, ritmo constante y dos secuencias de pit stops ejecutadas al milímetro.

El resultado fue devastador para los de Woking: Verstappen tomó el liderato tras la segunda ronda de paradas, Sainz se adueñó del podio, Antonelli perdió posición por un error en la vuelta 56 y Norris apenas pudo rescatar un cuarto lugar. Todo ello mientras Piastri se aferraba al segundo puesto sin poder recortar la diferencia.

¿Qué necesita Verstappen para ser campeón en Abu Dabi?

El abanico de combinaciones es amplio, pero la fórmula general es clara:
Verstappen necesita terminar delante de Norris… o compensar la diferencia con una posición clave en el podio. Los escenarios principales son estos:

• Si Verstappen gana, será campeón si Norris termina tercero o peor.
• Si Max termina segundo, necesita que Norris sea quinto o peor.
• Si queda tercero, dependerá de un mal día de Norris y de que Piastri no termine delante.
• Y si Norris cruza la meta por delante de Max, el título será para el británico.

El tercer invitado a la fiesta, Oscar Piastri, también tiene opciones matemáticas. Con solo cuatro puntos menos que Verstappen, podría coronarse si ambos rivales tienen una carrera gris.

La diferencia entre los tres es tan estrecha que cualquier detalle puede inclinar el campeonato: una mala parada, un bloqueo en la primera curva, un safety car tardío o incluso quedar detrás de coches como Alonso, Russell, Sainz o Antonelli, que pueden convertirse en obstáculos decisivos.

Un final digno de un thriller

La carrera en Yas Marina tendrá todos los condimentos:
– Estrategias divididas.
– Ritmos cambiantes en tandas largas.
– Tráfico que puede arruinar vueltas críticas.
– La presión psicológica de un título que se puede decidir por un solo punto.

Lo que parecía un campeonato encaminado para McLaren ahora es una tormenta perfecta desatada por la consistencia y el instinto asesino de un Verstappen que huele sangre. El 7 de diciembre, la Fórmula 1 conocerá si ese ataque tardío fue suficiente para levantar otro título… o si Norris o Piastri consiguen firmar una de las coronaciones más inesperadas de los últimos años.