Un triunfo con sabor amargo: la inquietante reacción de Hansi Flick

El FC Barcelona derrotó al Alavés por 3-1, pero el marcador quedó en segundo plano ante una imagen que se volvió viral: un Hansi Flick hundido en el banquillo, con la mirada perdida, mientras Raphinha intentaba levantarle el ánimo. Una escena impropia de un técnico que acababa de sumar tres puntos, pero que reflejó un fondo más preocupante.

Las cámaras captaron al entrenador alemán negando con la cabeza y mostrando un gesto de evidente frustración. Para muchos, fue un mensaje claro de que algo no va bien dentro del equipo. Sin embargo, detrás de esa expresión se esconden tensiones que van más allá del juego del Barça.

Fuentes cercanas al club señalaron que Flick estaba profundamente molesto por el arbitraje, especialmente por la falta de comunicación del cuarto árbitro y las expulsiones del preparador de porteros José Ramón de la Fuente y del asistente Marcus Sorg, dos hombres clave en su cuerpo técnico.

Arbitraje y caos: el motivo real del enfado del técnico alemán

Según reportes internos, el enojo de Flick se desató cuando el colegiado expulsó primero a De la Fuente (minuto 65) y después a Sorg (minuto 90), ambos por protestar. La situación dejó al entrenador sin dos piezas vitales para los próximos encuentros de Liga ante Atlético y Betis.

Flick lo explicó con claridad tras el partido:
“Me faltó comunicación. Le pregunté al cuarto árbitro qué había pasado y me dijo que nada”, una frase que él mismo insistió en que refleja un problema “endémico”.

El enfado se multiplicó por un hecho aún más polémico: el penalti no señalado sobre Lamine Yamal en la primera mitad. El joven atacante cayó dentro del área tras un contacto claro con Parada, pero Ortiz Arias no pitó nada y el VAR tampoco intervino.

Ese cúmulo de decisiones dejó al técnico molesto, según fuentes del club.

Raphinha, el confidente inesperado: “Podemos hacerlo mucho mejor”

Lejos de las cámaras, Raphinha se convirtió en el interlocutor directo del técnico. El brasileño fue quien se acercó a Flick justo al final del partido para calmarlo y compartir sensaciones.

El propio Raphinha lo explicó después:
“Él siente que pudimos hacer mucho más. No estamos en nuestra mejor versión”.

El ’11’ azulgrana fue contundente:
“Si hay partidos que tenemos que jugar mal y ganar, me da igual. Lo importante es ganar”.

Flick, por su parte, confesó en DAZN que la conversación con el extremo fue prácticamente un déjà vu:
“Me dijo lo mismo que la última vez: vamos a mejorar”.

Para el alemán, Raphinha es un pilar emocional y futbolístico: “Nos da dinamismo y es fundamental para el equipo”.

Un Barça que gana, pero no convence: señales que preocupan al vestuario

Más allá del arbitraje, el propio Flick dejó entrever su preocupación por el rendimiento del equipo:
“No tenemos el control que por momentos teníamos la temporada pasada”, admitió.

El Barça sigue sacando resultados, pero su juego genera dudas. Mucha posesión, poco control y demasiadas pérdidas en zonas sensibles. De hecho, ante el Alavés, el portero Joan García tuvo que intervenir en varias ocasiones para evitar un susto mayor.

El entrenador reconoce que las lesiones han afectado el ritmo del equipo, pero también insiste en que deben dar un paso adelante.