Los Ángeles Lakers han arrancado con marca de 12-4, empatados en el segundo puesto de la Conferencia Oeste, pero aun así presentan serias dificultades desde el perímetro. El equipo lanza apenas un 33.3% en triples, lo que los ubica en el puesto 26 de los 30 equipos de la NBA esta temporada.

Los tiradores clave, incluidos Luka Doncic y Austin Reaves, rondan un 31% desde el perímetro, una cifra que está cerca de sus peores marcas de carrera. Incluso Marcus Smart, un ejecutor frecuente desde fuera, apenas acierta un 24% de sus triples. En su victoria más reciente contra Utah, los Lakers convirtieron solo 10 de 38 intentos desde larga distancia.

Esta baja eficiencia contrasta de manera marcada con su producción dentro de la pintura y su alto número de viajes a la línea de libres, factores que les han permitido mantenerse efectivos en términos generales.

El optimismo de LeBron James

LeBron James aborda estas dificultades con paciencia y seguridad. Tras las victorias, recalca la profundidad de talento que tiene el equipo en el tiro y descarta cualquier preocupación de que esta mala racha sea algo permanente.

James insiste en que este mal tramo “no va a durar” porque los Lakers cuentan con suficientes tiradores capacitados para darle la vuelta a la situación. Esta visión positiva es clave para mantener la moral y la confianza del equipo mientras esperan un repunte en su rendimiento desde el perímetro.

El liderazgo de LeBron, dentro y fuera de la cancha, mantiene a los Lakers enfocados en el éxito a largo plazo pese a los tropiezos temporales con el tiro exterior.

La postura realista pero alentadora de JJ Redick

El entrenador JJ Redick ofrece una evaluación franca del problema, reconociendo que los Lakers son “literalmente uno de los peores equipos en triples de la NBA en este momento”.

Redick enfatiza la importancia de la confianza y de la convicción colectiva en su capacidad para mejorar la eficacia en el tiro. Señala además las 23 asistencias del equipo en el partido contra Utah, subrayando su juego generoso y la cantidad de tiros abiertos que todavía no se han traducido en aciertos constantes.

Su optimismo se basa en patrones de mejora observados en temporadas anteriores y en la creencia de que la defensa física y el buen movimiento de balón del equipo acabarán reflejándose en mejores porcentajes de tiro. Redick considera que un repunte en el lanzamiento exterior es un paso fundamental para que los Lakers mantengan sus aspiraciones de campeonato.