LeBron James, al hacer su histórico debut en su vigésima tercera temporada — nuevo récord en la NBA — pidió ser presentado primero en lugar de último, rompiendo una tradición de dos décadas en favor de Luka Dončić.

El gesto, normalmente reservado para la figura central del equipo, simbolizó una entrega del testigo a Dončić tras su llegada bomba desde Dallas. A diferencia de la mayoría de las estrellas veteranas, James eligió un enfoque humilde, respaldando de hecho a Dončić como el eje de los Lakers para el futuro.

El abarrotado Crypto.com Arena estalló cuando el nombre de Dončić fue anunciado al final, reflejando un cambio en la emoción de la afición y en la identidad del equipo.

Gestos que reflejan respeto y transición

Aunque sutil, la acción tuvo grandes implicaciones dentro del vestuario de los Lakers y en el panorama más amplio de la NBA. Llegó después de que James se perdiera las primeras semanas de la temporada por lesión y en medio de la especulación sobre cómo el máximo anotador histórico de la liga se adaptaría a compartir el protagonismo.

El respaldo de James a Dončić no es solo algo ceremonial, sino una muestra de su voluntad por facilitar la transición y fortalecer la química con la nueva pieza central de los Lakers.

El gesto sigue la tradición de superestrellas como Dirk Nowitzki, quienes han mentoreado abiertamente a Dončić. Ahora, James está diseñando un plan de sucesión en tiempo real.

Resultados claros: el dúo dinámico de los Lakers

Las consecuencias lo dijeron todo. En la victoria del debut, Dončić lideró a todos los anotadores con una actuación de 37 puntos y 10 asistencias, mientras James registró un doble-doble eficiente, subrayando su rol evolutivo como facilitador.

Los aficionados de los Lakers presenciaron el inicio de una sociedad que combina experiencia con brillantez juvenil, una dupla que muchos consideran capaz de llevar a L.A. de vuelta a la contienda seria por el título. Las acciones de James dejaron algo claro: aunque su legado está asegurado, el futuro de los Lakers brilla más que nunca con Luka Dončić al frente.