Jonathan Kuminga comenzó la temporada 2025-26 de la NBA en gran forma, desempeñando un papel clave en el buen inicio de los Warriors, que ganaron cuatro de sus primeros cinco partidos.

Sin embargo, su rendimiento cayó en picada en los siguientes partidos, con graves problemas de tiro y un aumento notable en las pérdidas de balón. La producción anotadora de Kuminga bajó y tuvo dificultades desde la línea de tres, factores que contribuyeron a una reducción de minutos y, finalmente, a que el entrenador Steve Kerr lo enviara de vuelta a la banca.

Un informe de ESPN reveló la frustración de Kuminga, con fuentes indicando que siente que vuelve a ser el “chivo expiatorio”, una etiqueta dura que el joven alero ya ha vivido durante su etapa en Golden State.

Negociaciones de contrato y dinámica del equipo

Esta temporada, Kuminga firmó un contrato de dos años por 48.5 millones de dólares que incluye una opción del equipo para el segundo año, un acuerdo que refleja el optimismo cauteloso de los Warriors y su intención de mantener flexibilidad respecto a su papel a largo plazo.

El contrato también impide que sea traspasado hasta el 15 de enero de 2026, aunque se espera que la franquicia explore opciones de intercambio en cuanto sea elegible. La tensión entre el deseo de Kuminga de tener un rol más protagónico y las aspiraciones de campeonato de Golden State ha generado fricción.

A pesar de mostrar destellos de su talento, el estilo de juego de Kuminga ha chocado en ocasiones con el sistema de los Warriors, construido alrededor de figuras como Steph Curry y Jimmy Butler. Eso ha provocado una relación tensa con el cuerpo técnico y una reducción constante de su participación.

Mirando hacia adelante: rumores de traspaso y búsqueda de redención

Mientras Kuminga continúa recuperándose de una tendinitis rotuliana bilateral, los Warriors planean reincorporarlo con cautela. Según reportes, Kuminga pidió un trabajo técnico más exigente y entrenamientos más rigurosos, una señal de su disposición a mejorar y adaptarse.

Aun así, con las dificultades actuales del equipo y su rol cambiante, los rumores de traspaso siguen creciendo en el entorno. Enero será una fecha clave para que la directiva de los Warriors determine el futuro de Kuminga, sopesando su potencial impacto frente a la química del equipo y las necesidades del plantel.

Para Kuminga, esta temporada podría definir su camino en la liga, ya sea como pieza importante en Golden State o como un activo muy codiciado por otras franquicias.