¿Cuándo volverá Aaron Gordon de su lesión con los Denver Nuggets?
Las esperanzas de título de Denver quedan en el aire mientras Gordon afronta una ausencia de 4 a 6 semanas antes de ser reevaluado.
Aaron Gordon se vio obligado a abandonar el duelo de la NBA Cup del viernes ante Houston después de solo tres minutos, y más tarde fue diagnosticado con un desgarro de grado dos en el tendón de la corva derecha.
Los Nuggets, que ya estaban mermados por el esguince de tobillo de Christian Braun, afrontan una etapa complicada ahora que la lesión de Gordon requiere un periodo considerable de reposo y rehabilitación.
Su rendimiento antes del contratiempo había sido destacado, con promedios de 18.8 puntos, 5.9 rebotes y 1.3 asistencias, consolidándose como una de las principales presencias ofensivas y defensivas de Denver esta temporada.
Un calendario de recuperación prolongado
El comunicado oficial del equipo anunció que Gordon será reevaluado en un plazo de cuatro a seis semanas, sin garantía de un regreso inmediato una vez transcurrido ese periodo inicial.
Los desgarros de grado dos en el tendón de la corva suelen requerir un tratamiento prudente para evitar una recaída, especialmente porque Gordon jugó con una molestia similar durante la postemporada pasada, aunque esta vez la lesión afecta la pierna opuesta.
Con dos titulares clave fuera durante un mes o más, la profundidad de Denver será puesta a prueba, ya que los jugadores jóvenes y las nuevas incorporaciones deberán asumir minutos importantes en el calendario que se aproxima.
Impacto en el panorama de la temporada de los Nuggets
La ausencia de Gordon llega en un momento en que los Nuggets ocupan el segundo lugar de la Conferencia Oeste con marca de 12–4, solo por detrás de Oklahoma City.
Su versatilidad defensiva, el tiro exterior y la química con Nikola Jokić han sido elementos esenciales de la identidad de Denver en ambos costados de la cancha.
Si su recuperación avanza según lo esperado, un calendario realista situaría su regreso entre finales de diciembre y comienzos de enero, aunque efectos residuales o retrocesos podrían empujar esa fecha más adelante en el nuevo año.
Hasta entonces, las esperanzas de Denver dependen de soluciones temporales y de la paciencia para esperar el regreso de su alero atlético, cuya presencia definirá su capacidad para competir en lo más alto del Oeste una vez más.













