Aaron Gordon fue descartado para el partido de los Nuggets contra los New Orleans Pelicans, ya que el equipo continúa manejando cuidadosamente un problema bilateral en los isquiotibiales.

El veterano alero, quien recientemente se perdió un partido por la misma molestia, aparece catalogado como día a día pero no estuvo disponible la noche del miércoles.

Los reportes oficiales de lesiones confirman su ausencia como medida de precaución para evitar que empeore la molestia que ha presentado en los últimos partidos de Denver. Este enfoque conservador refleja la intención del equipo de proteger su salud en medio de un calendario de la NBA muy cargado.

Impacto en la alineación y la rotación de Denver

La ausencia de Gordon deja un vacío importante en el juego interior de Denver, quitándoles a uno de sus mejores jugadores bidireccionales de la rotación.

Con promedios de 20.3 puntos y 6.3 rebotes esta temporada, Gordon aporta anotación, defensa y versatilidad que los Nuggets necesitan de forma urgente. Sin él, Denver se ve obligado a depender de suplentes como Tim Hardaway Jr. y Spencer Jones para asumir más minutos y producción.

La lesión también agrava los problemas del equipo, ya que Christian Braun sigue fuera por un esguince en el tobillo izquierdo, lo que reduce aún más la profundidad de los Nuggets.

Perspectivas de regreso e implicaciones para la temporada

Aunque está fuera por el momento, la estrategia de manejo de la lesión de Gordon parece enfocarse en un descanso a corto plazo con la esperanza de un regreso pronto.

Se espera tentativamente que vuelva para el próximo partido en Houston, lo que sugiere que los Nuggets son optimistas respecto a su tiempo de recuperación. La clave será equilibrar sus minutos y la rehabilitación para asegurar que se mantenga en buenas condiciones durante el resto de la temporada.

El éxito de Denver en lo que queda de campaña dependerá de la capacidad de Gordon para volver sano y aportar a un alto nivel junto a una plantilla que sigue evolucionando.