Rich Paul ha desestimado la idea de que los Lakers sean auténticos aspirantes al título, afirmando que no los ve como candidatos ahora mismo.

Hablando en el episodio debut de su nuevo podcast Game Over con Max Kellerman, el agente de toda la vida de LeBron James afirmó que la plantilla actual no tiene lo suficiente ni siquiera para llegar a las finales de la Conferencia Oeste.

Los comentarios cobran mayor peso porque Paul también ha señalado públicamente que LeBron quiere que cada temporada restante se centre en oportunidades reales de título, incluso mientras la franquicia equilibra esa urgencia con planes a futuro. En efecto, el hombre más cercano a James acaba de cuestionar si Los Ángeles ofrece el escenario competitivo que su estrella de 23 temporadas todavía ansía.

Preocupaciones sobre plantilla y estilo

La crítica de Paul se centró en el atlético, la velocidad y el tiro, advirtiendo que el estilo de juego de media cancha de los Lakers se vuelve más fácil de defender en playoffs. Señaló las dificultades de la temporada pasada ante rivales más altos y explosivos como indicio de que fallas similares podrían limitar nuevamente su techo en postemporada.

En teoría, un núcleo con Luka Doncic y LeBron, apoyado por jugadores de rol como Austin Reaves y Rui Hachimura, ofrece mucho talento, pero no siempre la versatilidad en ambos lados de la cancha que define a los contendientes modernos.

Por eso, los analistas esperan que la directiva explore mejoras en profundidad y tiro antes del cierre de transferencias, especialmente si lesiones o gestión de carga limitan aún más a James.

El futuro de LeBron y el reloj corriendo

James está en su 23.ª temporada, cerca de cumplir 41 años y acercándose a la agencia libre con una opción de jugador que vence el próximo verano. Ya ha perdido tiempo importante por ciática, pero aun así ha ayudado a los Lakers a mantener un buen récord cuando está en cancha, promediando alrededor de 16 puntos con juego y eficiencia elevados para su edad.

A pesar de eso, Paul insistió en que no espera que LeBron renuncie a su cláusula de no traspaso ni termine el año fuera de Los Ángeles, desafiando de hecho a la organización a elevar su nivel alrededor de él en lugar de buscar una salida.

El mensaje es claro: a medida que se reducen las temporadas restantes de LeBron, la directiva de los Lakers debe decidir si apuestan fuerte por este núcleo o arriesgan ver cerrar una carrera generacional sin otra seria oportunidad de campeonato.