Oklahoma City ha iniciado la defensa de su título con una marca arrolladora de 24 victorias y 1 derrota, igualando a los Golden State Warriors de 2015–2016 como el mejor arranque de 25 partidos en la historia de la liga.

Una demolición por 138–89 a los Phoenix Suns en los cuartos de final de la NBA Cup les dio a los Thunder su 16ª victoria consecutiva — récord de la franquicia — y consolidó a este joven núcleo en los libros de historia.

Oklahoma City no estuvo en apuros en ningún momento, dominó de principio a fin y llevó la diferencia a más de 50 puntos ante unos Suns sin Devin Booker, incapaces de seguirle el ritmo al campeón defensor. El triunfo también envió al Thunder de vuelta a Las Vegas para su segunda semifinal consecutiva de la NBA Cup, una señal de lo habitual que se ha vuelto para este grupo competir en los escenarios más grandes de la temporada.

La constancia estelar de Shai y la profundidad del roster

Shai Gilgeous-Alexander volvió a marcar el camino, firmando 28 puntos en solo 27 minutos, además de generar juego y aportar en defensa, en un partido que prácticamente quedó sentenciado al descanso.

Su explosión anotadora prolongó una racha extraordinaria de partidos consecutivos con 20 puntos o más, consolidándolo en la conversación por otra temporada de nivel Jugador Más Valioso.

A su alrededor, Jalen Williams y Chet Holmgren siguen perfilándose como coprotagonistas ideales, combinando eficiencia ofensiva con una defensa versátil en minutos limitados ante Phoenix.

Incluso sin Isaiah Hartenstein ni Isaiah Joe, la rotación de Oklahoma City casi no lo sintió, un recordatorio de la profundidad y el equilibrio que impulsaron las 68 victorias de temporada regular y el campeonato del año pasado.

Perseguir la historia en una nueva era

Los Warriors transformaron su arranque de 24–0 en 2015–2016 en un 73–9 histórico que redefinió lo que podía ser un superequipo moderno. El camino de Oklahoma City es distinto, pero igualar ese listón coloca a este grupo junto a uno de los conjuntos más dominantes que la liga haya visto en temporada regular.

Lo que hace que este repunte sea aún más ominoso para el resto de la liga es lo sostenible que parece, combinando los Thunder una defensa de primer nivel y un net rating líder de la NBA con la continuidad de un núcleo campeón que aún sigue en ascenso.

El récord de 24–1 asegura su lugar en los libros de historia, pero también redefine la temporada como una carrera por ver hasta dónde puede este joven poderío llevar los límites de la NBA.