¿Están los Oklahoma City Thunder aburridos de ganar?
Los Oklahoma City Thunder tienen un récord de 24–1 y están aplastando a sus rivales, pero dentro del vestuario no hay señales de aburrimiento por ganar.
El récord de 24–1 de Oklahoma City iguala el mejor inicio de 25 partidos en la historia de la NBA, empatando con los Warriors de 2015–16 y poniendo a los campeones defensores en un ritmo inicial que grita dinastía.
No solo acumulan victorias, sino que arrollan a sus rivales, con un margen promedio de alrededor de 17 puntos por partido, tras haber establecido ya el récord histórico la temporada pasada.
El reciente 138–89 contra Phoenix en los cuartos de final de la NBA Cup subrayó esa diferencia, sumando una racha de 16 victorias y recordando en horario estelar que rara vez necesitan jugar los cuatro cuartos completos con sus titulares. Aun así, jugadores y cuerpo técnico consideran esta racha menos como un paseo triunfal y más como un paso dentro de un proceso más amplio.
Jalen Williams y el recuerdo del fondo del pozo
Cuando se le preguntó si tantas palizas se volvían aburridas, Jalen Williams respondió con un mensaje que resonó más allá de un solo titular: insistió en que “ganar nunca es aburrido” y recordó la historia reciente de la franquicia, cuando estaban del lado equivocado de marcadores abultados.
Varios jugadores actuales del Thunder, incluidos Shai Gilgeous-Alexander y Luguentz Dort, formaron parte del equipo que sufrió una derrota récord de 73 puntos ante Memphis en 2021, la mayor en la historia de la liga.
El propio Williams llegó en 2022, cuando Oklahoma City venía de una temporada de 24 victorias y todavía buscaba salir del desierto de la reconstrucción. Ese contexto refuerza su insistencia en que el grupo no puede “aburrirse del proceso”, una mentalidad que se refleja en cómo el Thunder analiza hasta los más mínimos detalles de su desempeño incluso en victorias cómodas.
Enfocados en más que solo ganar
Dentro de la organización hay un sentimiento claro de que esto apenas comienza. El Thunder ya tiene un campeonato, un núcleo joven con Gilgeous-Alexander, Chet Holmgren y Williams, y una futura selección de lotería procedente de los Clippers que podría ampliar aún más su ventana competitiva.
Esa combinación de dominio actual y flexibilidad futura es la razón por la que los analistas cada vez más los consideran la próxima gran dinastía de la NBA en ciernes.
Por ahora, el enfoque sigue siendo limitado. Oklahoma City se dirige a Las Vegas con la vista puesta en la NBA Cup como otro trofeo por conquistar, con Williams insistiendo en que el equipo acepta tanto victorias feas como vistosas, siempre que revelen nuevas formas de mejorar.
Si el aburrimiento alguna vez aparece, es difícil notarlo viendo cómo el Thunder sigue presentándose, acumulando victorias contundentes y tratando cada noche como prueba de que todavía están ascendiendo y no en la cima.













