Austin Reaves ofreció una actuación magistral el miércoles, anotando 28 puntos y repartiendo 16 asistencias mientras lideraba a Los Angeles Lakers a una emocionante victoria por 116-115 sobre los Minnesota Timberwolves.

Los Lakers siguen con una plantilla limitada, sin las estrellas Luka Doncic y LeBron James debido a lesiones, pero Reaves ha asumido el papel de principal anotador y generador de juego del equipo.

Su flotadora ganadora llegó en los segundos finales del partido, tras dividir con maestría una doble marca y abrirse paso entre la defensa para evitar una falta ofensiva de Donte DiVincenzo. La jugada reflejó a la perfección el liderazgo sereno de Reaves y su capacidad para responder en momentos de máxima presión.

Heroicidad en el clutch amplía una semana de ensueño

Este tiro ganador coronó una semana extraordinaria para Reaves, quien anteriormente había anotado el máximo de su carrera con 51 puntos contra los Sacramento Kings, seguido de 41 puntos frente a los Portland Trail Blazers.

El entrenador de los Lakers, JJ Redick, elogió a Reaves por responder constantemente en los momentos clave, destacando su serenidad y espíritu competitivo. El propio Reaves reconoció la presión de mantener la compostura cuando los Wolves borraron una ventaja de 20 puntos en la segunda mitad e impulsaron una racha final de 14-2.

Su presencia tranquila mantuvo a los Lakers enfocados y preparó la jugada decisiva para la victoria.

El elenco de apoyo responde detrás de Reaves

Reaves no estuvo solo en cargar con el equipo, ya que cuatro compañeros anotaron en doble dígito. Jake LaRavia destacó con 27 puntos y una efectividad casi perfecta en el tiro, mientras que Deandre Ayton y Rui Hachimura aportaron 17 puntos cada uno.

La banca de los Lakers también aportó lo suyo, destacando Dalton Knecht con 15 puntos. El esfuerzo colectivo ayudó a compensar las múltiples ausencias, incluidas las de Marcus Smart y Gabe Vincent. Con un récord de 3-2 en la temporada, los Lakers se han visto revitalizados por la consolidación de Reaves como líder y motor ofensivo.

Su ascenso, de novato no seleccionado en el draft a estrella de la temporada, está inspirando tanto a sus compañeros como a los aficionados, mientras los Lakers enfrentan la adversidad con determinación y confianza.