Durante los últimos tiempos, siempre se ha denominado al Bayern Múnich como la gran ‘bestia negra’ del FC Barcelona en Champions League. Sin embargo, el Inter de Milán ha sido otro de esos rivales que ha protagonizado algunas de las peores noches del Barcelona en esta competición. Sobre todo, en el año 2010, cuando parecían un equipo imparable de la mano de Pep Guardiola después de ganar el triplete el año anterior… y José Mourinho encontró la fórmula para detenerlos.

Caminos cruzados entre Barcelona e Inter de Milán en 2010

Curiosamente, esta historia entre Barcelona e Inter de Milán también tuvo lugar en las rondas de semifinales… con la diferencia de que el partido de ida se disputó en el Giuseppe Meazza y la vuelta en el Camp Nou. En esta ocasión, la serie abrirá esta noche en Montjuic para que la próxima semana todo se resuelva en el templo del Inter de Milán en busca de un billete para la final de la presente edición de la Champions.

Aquella temporada 2009/2010, los caminos de FC Barcelona e Inter de Milán estuvieron estrechamente relacionados. En verano, la directiva del Barcelona decidió usar a Samuel Eto’o como moneda de cambio para abaratar el fichaje de Zlatan Ibrahimovic y, además, ambos clubes se enfrentaron en la fase de grupos de aquella edición de la Champions con un resultado global favorable para el Barcelona. Sin embargo, lo que vivió el equipo dirigido por Pep Guardiola unos meses después fue una auténtica pesadilla.

La celebración de Mourinho que todavía duele en Barcelona

Mourinho había llegado una temporada antes al Inter de Milán y, aunque poco a poco fue construyendo un equipo de guerreros compuesto por jugadores como Júlio César, Zanetti, Maicon, Materazzi, Walter Samuel, Motta, Cambiasso, Sneijder, Milito o el propio Eto’o, estaba muy lejos de ser considerado uno de los máximos favoritos. Sin embargo, tras quedar en segunda posición de la extinta fase de grupos por detrás del Barcelona, se plantó en semifinales tras superar al Chelsea y CSKA de Moscú.

Fue entonces cuando José Mourinho diseñó un plan estratégico que puso fin a lo que parecía un dominio incontrolable por parte del FC Barcelona. En el partido de ida disputado en el Meazza, consiguieron reponerse a un temprano gol de Pedro para terminar imponiéndose 3-1. Una ventaja que lograron conservar en el partido de vuelta realizando un ejercicio de supervivencia titánico que sirvió para alcanzar la final que posteriormente ganarían contra el Bayern Múnich. Aquella noche, Mourinho protagonizó una épica celebración sobre el césped del Camp Nou y, sobre todo, terminó de convencer al Real Madrid presentándose como el hombre que había encontrado la fórmula para detener al mejor Barcelona de la historia.