La Ligue 1 sigue hirviendo y el dominio del París Saint-Germain ya no es ese trámite anual que parecía escrito en piedra. Tanto Marsella como Lens han elevado la competitividad del campeonato, obligando al equipo de Luis Enrique a mantener un ritmo casi perfecto para sostener un liderato que hoy apenas tiene un margen de dos puntos. Y, con el duelo europeo ante el Tottenham a la vuelta de la esquina, la atención se centra inevitablemente en un nombre: Ousmane Dembélé.

El francés, ganador del Balón de Oro 2025, volvió a la convocatoria tras casi tres semanas de inactividad por un problema en la pantorrilla. Su regreso llega en un momento clave, justo cuando el PSG intenta levantarse después de caer ante el Bayern Múnich, un tropiezo que frenó su racha de tres victorias consecutivas en la Champions League.

PSG bajo presión: un liderato frágil y rivales al acecho

El panorama doméstico no da tregua. Marsella envió un mensaje contundente con su victoria 1-5 en Niza, impulsado por un doblete de Mason Greenwood y la participación del argentino Leonardo Balerdi. Con diez goles en doce encuentros, el ex delantero del Getafe ha sido la chispa de un equipo que ya suma nueve triunfos en trece jornadas.

Aun así, ni Marsella ni Lens encabezan la clasificación. El liderato sigue siendo del PSG, que superó 3-0 al Le Havre con tantos de Kang-In Lee, Joao Neves y Bradley Barcola, aunque mostrando ciertos altibajos que inquietan de cara al duelo continental.

El Mónaco, por su parte, se ha desplomado con tres derrotas consecutivas y ya está a diez puntos de la cima. Y mientras unos caen, otros suben: Lens consiguió su tercer triunfo seguido con el 1-0 sobre el Estrasburgo, firmado por Ismaelo Gainou.

El duelo contra Tottenham: una prueba mental y física

El choque ante el Tottenham llega cargado de historia reciente. Ambos clubes se midieron en la Supercopa Europea del pasado verano, en la que el PSG remontó un 0-2 para ganar 3-2. Ahora, los franceses buscan evitar un escenario inédito: perder dos partidos consecutivos en casa en la fase de grupos.

Los Spurs llegan invictos, con victorias ante Villarreal y Copenhague, y empates frente al Bodø/Glimt y el Mónaco. Su solidez defensiva y su capacidad para competir en escenarios difíciles los convierten en un rival temible.

En ese contexto, la presencia de Dembélé podría marcar la diferencia. Aunque recién recuperado, su desequilibrio y velocidad añaden una dimensión ofensiva que el equipo echó de menos ante el Bayern. En contraste, Desire Doué y Achraf Hakimi siguen fuera por lesiones prolongadas, lo que complica la rotación de la plantilla.

La convocatoria oficial, con nombres como Marquinhos, Nuno Mendes, Kvaratskhelia, Ramos, Vitinha y Zaire-Emery, refuerza la idea de que el PSG irá con todo. Pero la verdadera incógnita es si Dembélé está listo para algo más que un cameo.