Una nueva era se abre en Milán con la llegada de uno de los futbolistas más exitosos de las últimas décadas. A sus 38 años, Luka Modric ha dejado atrás una etapa gloriosa en el Real Madrid para iniciar un nuevo reto en el AC Milan, club que lo cautivó desde su infancia. El croata, conocido por su clase en el medio campo y liderazgo silencioso, no solo busca seguir compitiendo al más alto nivel, sino también transmitir la mentalidad de un campeón a los jóvenes del plantel rossonero.

Con más de 500 victorias como profesional, múltiples títulos de Champions League, un Balón de Oro y una carrera marcada por la constancia y el sacrificio, Modric arriba a la Serie A con un objetivo claro: dejar huella más allá de los números.

Modric lleva la mentalidad ganadora del Real Madrid al AC Milan: "No podemos ser mediocres"

Desde sus primeros días en Milanello, el mensaje de Modric ha sido firme. El mediocampista ya trabaja codo a codo con sus nuevos compañeros, dejando claro que el talento no es suficiente si no va acompañado de compromiso. “No podemos conformarnos con la mediocridad”, declaró en una entrevista con el canal oficial del club, subrayando que su llegada no es un simple cierre de ciclo, sino una nueva etapa de exigencia.

El croata explicó que desde niño soñaba con vestir la camiseta del Milan: “En Croacia veíamos mucho la Serie A, y el Milan era mi equipo favorito. Además, Zvonimir Boban era mi ídolo”, confesó. A pesar de tener ofertas de otros clubes, su decisión fue clara: “Cuando el Milan me buscó, no lo dudé”.

Una salida en contexto: la inversión millonaria del Santiago Bernabéu

La salida de Modric también se entiende en el contexto económico del Real Madrid, que atraviesa una etapa crucial tras las reformas del Santiago Bernabéu. El club blanco informó que la inversión en el estadio ya roza los 1.347 millones de euros, una cifra que ha requerido tomar medidas como préstamos y ajustes presupuestarios.

Con un saldo pendiente de 1.132 millones de euros, y planes ambiciosos como la celebración de partidos de la NFL y eventos musicales, el club apunta a transformar el estadio en un epicentro de ingresos y espectáculo global.

Mientras tanto, en Italia, el AC Milan se ilusiona con que Modric no solo eleve el nivel de juego, sino que inspire a toda una generación a pensar en grande… como lo hizo durante más de una década en Madrid.