Luka Modric, a sus 40 años y todavía repartiendo clase como si el tiempo no pasara por él, habló con una sinceridad poco común sobre su salida del Real Madrid y su decisión de fichar por el AC Milan. El croata, uno de los mejores centrocampistas de su generación, reconoció que dejar el club blanco significó “dar un paso abajo”… pero también aseguró que fue el movimiento correcto para esta etapa de su carrera.

“Después del Madrid, cualquier destino es un paso abajo”

Modric no se escondió:

“Después del Real, siempre lo he dicho, donde sea que vayas es un paso abajo. No hay duda de eso”.

Tras 13 años en el Santiago Bernabéu, donde lo ganó absolutamente todo –incluyendo seis Champions League y cuatro Ligas–, el centrocampista estaba convencido de que cerraría su carrera de blanco. Incluso tenía un plan: retirarse en Madrid a los 35. Sin embargo, su trayectoria superó cualquier expectativa. Llegó a los 40, seguía compitiendo al máximo nivel… y el Milan apareció en su camino.

El “encanto Milan”: historia, camiseta y nostalgia

Modric reveló que su conexión con el equipo rossonero venía desde niño, cuando creció viendo la Serie A y admirando al Milan histórico. Por eso, cuando llegó la oferta, la decisión fue inmediata:

“Creo que llegué a un club muy cercano al Madrid en reputación e historia. Era la situación ideal para mí. Cuando apareció la opción del Milan, supe que era la correcta”.

El club lombardo lo fichó con un contrato de un año y, en cuestión de semanas, el croata ya había encajado como pieza clave para Massimiliano Allegri. Su impacto fue inmediato: un gol, dos asistencias y el aplauso unánime de la afición italiana.

Una adaptación perfecta

Modric también destacó su rápida conexión con la ciudad y el vestuario:

“La gente me recibió de forma fenomenal, dentro y fuera del club. Se siente en cada paso que el Milan es un gigante histórico”.

El centrocampista asegura estar disfrutando la experiencia tanto como cuando aterrizó en Madrid en 2012. La diferencia es que ahora vive la etapa final de su carrera, pero sin renunciar al nivel competitivo que siempre lo ha definido.

Un adiós que no fue fácil

El croata admitió que abandonar el Real Madrid fue doloroso:

“No fue fácil, pasé casi la mitad de mi vida allí. Llegué con 27 y me fui casi a los 40. En un club que no tolera la mediocridad, mantenerte tantos años es algo increíble”.

Y aunque su deseo siempre fue retirarse en el Bernabéu, él mismo reconoce que todo ciclo tiene un final.