Una expulsión que cambia el panorama para Portugal

El sueño mundialista de Cristiano Ronaldo ha entrado en zona de riesgo. El capitán de Portugal fue expulsado de forma directa ante Irlanda después de conectar un codazo en la espalda del defensor O’Shea, una acción que desató un momento de tensión y que ahora podría acarrearle un castigo severo por parte de la FIFA.

La roja implica que Cristiano se perderá automáticamente el próximo partido de Portugal, un duelo clave frente a Armenia en el Estadio Do Dragão, donde el conjunto luso debe ganar para asegurar su clasificación al Mundial 2026. Sin embargo, el verdadero problema para el delantero no es solo ese encuentro, sino lo que pueda venir después.

Según el Código Disciplinario de la FIFA, el “juego brusco grave” suele castigarse con un mínimo de dos partidos de suspensión, tal como le ocurrió recientemente a Aurélien Tchouaméni con la selección de Francia tras una expulsión similar. También el turco Barış Alper Yılmaz recibió ese mismo castigo luego de ver la roja directa ante Georgia, perdiéndose varios compromisos posteriores.

La sombra de una sanción mayor por conducta violenta

El escenario podría complicarse mucho más para el astro portugués. El reglamento establece que un “acto de conducta violenta”, categoría en la que podría entrar el codazo de Cristiano, conlleva una sanción mínima de tres partidos.

El artículo 14.1 del Código Disciplinario es claro: cualquier agresión que incluya golpes con el codo, puñetazos, patadas o cabezazos debe castigarse con al menos tres encuentros oficiales. Y aunque la intención siempre es determinante, la acción del jugador de Madeira encaja en los parámetros de una agresión.

Un precedente reciente alimenta la preocupación: esta misma temporada, el armenio Tigran Barseghyan recibió tres partidos de suspensión por un leve cabezazo ante Irlanda del Norte. Si la FIFA mantiene la misma línea, Cristiano podría perderse no solo el choque ante Armenia, sino también los dos primeros partidos de la fase de grupos del Mundial, siempre que Portugal confirme su clasificación.

Un contratiempo inesperado para el capitán luso

Para Portugal, la ausencia de su máximo referente en un posible arranque mundialista sería un golpe durísimo. Y, aunque el equipo de Roberto Martínez tiene opciones de asegurar su boleto, el desliz del delantero llega en el peor momento posible.

La única certeza es que Cristiano Ronaldo deberá cumplir cualquier sanción en partidos oficiales. Es decir, aunque Portugal dispute amistosos antes del torneo, ninguno de esos encuentros serviría para reducir su castigo.

Lo que hace unas semanas parecía un Mundial asegurado para el histórico goleador, hoy es un escenario marcado por la incertidumbre, los precedentes disciplinarios y una expulsión que podría cambiar por completo su última gran cita internacional.