Neymar desata preocupación: gol, penalti… y una salida que dejó dudas
Neymar vivió una noche de doble filo en Vila Belmiro. El atacante del Santos abrió el marcador ante el Mirassol, pero terminó siendo protagonista involuntario del empate en un partido que dejó más preguntas que certezas sobre su estado físico y su impacto competitivo en la recta final del Brasileirão.
Un inicio prometedor que se torció rápido
El camisa 10 tardó apenas cuatro minutos en agitar el estadio. Aprovechó una transición fulminante tras un tiro de esquina rival y empujó el balón al fondo para encender a la afición albinegra. Era el tipo de jugada que recuerda por qué su regreso al club donde se formó generó tanta ilusión.
Pero la euforia duró poco. A lo largo del primer tiempo, Neymar necesitó atención médica tras un mal apoyo que hizo temer una nueva lesión. Aunque logró continuar, el gesto alertó a un público que ya carga con la ansiedad de verlo encadenar problemas físicos desde su vuelta en enero, periodo en el que ha pasado más de cien días fuera por molestias musculares.
Pese a todo, completó los 90 minutos y dejó chispazos de la figura mundial que fue, aunque lejos de aquel brillo dominante.
El penalti que cambió la noche
El giro del partido llegó al inicio del segundo tiempo. El atacante llegó tarde a un cruce en el área y derribó a Reinaldo. El árbitro dejó seguir, pero el VAR lo llamó para revisar la acción y terminó señalando penalti. El propio Reinaldo convirtió y puso el 1-1 que ya no se movería.
El tramo final fue un ida y vuelta frenético. El Santos, empujado por más de 14 mil aficionados, buscó el tanto del triunfo y estuvo cerca gracias a un tiro libre de Neymar desde larga distancia que obligó a Walter, portero del Mirassol, a volar para evitar el gol. Sin embargo, esa fue la última gran ocasión del duelo.
Al término del encuentro, el delantero se quedó hablando varios minutos con el árbitro, visiblemente frustrado por cómo se escaparon los tres puntos.
Un Santos en riesgo y un Mirassol que sigue soñando
El empate deja al Santos en una situación incómoda: con 37 puntos y solo un margen de un punto sobre el Vitória, que marca la zona de descenso y aún debe visitar al Red Bull Bragantino en esta jornada.
El Mirassol, por su parte, confirma su papel como equipo revelación del año. Con 60 unidades, mantiene el cuarto lugar y sigue encaminado hacia una clasificación directa a la próxima Copa Libertadores.
Una noche más de contrastes para Neymar, que se va entre aplausos, dudas y la sensación de que cada partido es un examen más a su estado físico y mental.












