Durante años se habló en voz baja, casi como un mito futbolero, sobre el día en que Argentina “rescató” a Lionel Messi antes de que terminara jugando para España. Pero hasta ahora, pocas veces se había contado con tanto detalle cómo se gestó aquel movimiento silencioso que cambió la historia del fútbol moderno. Lo explicó José Pékerman, ya con 76 años, en el ‘Olé Summit’, y su versión revela un operativo contrarreloj que estuvo a centímetros de no concretarse.

El aviso desde Europa y el temor a perder al talento del futuro

Pékerman relató que, cuando dejó la Selección mayor, seguía viajando a Europa para continuar su formación. Fue allí donde escuchó una advertencia que lo marcó: el cuerpo técnico español había quedado fascinado con un joven atacante de 17 años al que ya consideraban una joya generacional. Aquel chico, que comenzaba a brillar en La Masia, era Lionel Messi.

Según el entrenador, España tenía todo listo para llevarlo al Mundial Sub-20 de 2004. “Tenían los papeles preparados”, admitió. Y, si eso ocurría, FIFA impediría que Messi jugara para otro país a nivel juvenil. Argentina estaba a punto de perder —sin saberlo— al jugador más determinante de su historia.

El plan de urgencia: Tocalli, Grondona y un amistoso imprescindible

Al regresar, Pékerman habló con su amigo y mano derecha, Hugo Tocalli, que ya tenía armado el equipo para el Sudamericano Sub-20. La respuesta inicial no fue sencilla: “¿Cómo me vas a decir ahora que hay un chico nuevo?”, recordó entre risas. Pero la urgencia lo cambiaba todo.

Pékerman insistió con una única condición:
Messi no tenía que jugar el Sudamericano, solo un amistoso oficial que quedara registrado ante FIFA. Bastaba con un minuto para bloquear su pase a España. Era una carrera administrativa, más que deportiva.

La orden siguiente fue para Julio Grondona: organizar un partido lo antes posible… y jugarlo en el estadio de Argentinos Juniors, la cuna de Maradona. Para Pékerman, ese detalle tenía un valor simbólico imposible de ignorar.

El amistoso que cambió la historia del fútbol

El encuentro se concretó rápido: Argentina Sub-20 vs. Paraguay Sub-20. Terminó 8-0. Y entre los 22 jugadores, uno apenas comenzaba a dar señales del fenómeno que estaba por nacer: Messi ya era argentino para siempre.

De un día para otro, España quedó fuera de la ecuación. El operativo había funcionado.

Un rescate histórico

Aquella maniobra, casi clandestina y armada a contrarreloj, le permitió a Argentina retener al futbolista que años más tarde cambiaría para siempre el destino de su Selección.
Sin ese amistoso, sin esa urgencia, sin esa intuición de Pékerman, es posible que el mejor jugador de todos los tiempos hubiera vestido de rojo… y no de celeste y blanco.