Lando Norris puede ser el nuevo rey de la Fórmula 1, pero su primer amor en el automovilismo siempre fue de dos ruedas. Hablando en la Esports World Cup en Riad a principios de este año, reveló que la equitación nunca le funcionó y que su padre incluso condujo su cuatrimoto por miedo a la seguridad antes de que Norris encontrara su ritmo en el motocross.

Describió las motos de tierra, los buggies y las carreras en el desierto como lo más genial del mundo y admitió que su pasión por las motocicletas llegó antes de que realmente siguiera la Fórmula 1. Valentino Rossi era el póster en la pared y el referente en su imaginación mucho antes de que el papaya de McLaren se convirtiera en su carta de presentación.

Steiner abre la puerta de MotoGP

Esa obsesión infantil ahora ha encontrado una salida en el mundo real. El exjefe de Haas en Fórmula 1, Guenther Steiner, quien encabezó un consorcio que adquirió la operación de MotoGP Red Bull KTM Tech3 en septiembre, ha invitado públicamente a Norris a pilotar una de las máquinas de la categoría reina del equipo el próximo año.

Con la nueva estructura de propiedad tomando pleno efecto en 2026, Steiner asumirá como CEO mientras Richard Coleman se convierte en director del equipo. La dupla quiere poder de estrella alrededor de su proyecto desde el principio.

En The Red Flags Podcast, Steiner bromeó diciendo que los colores del Tech3 KTM son lo suficientemente cercanos al papaya de McLaren y que Norris es bienvenido en cualquier momento, aunque admitió que no está seguro de cuán relajado estaría el jefe de McLaren, Zak Brown, respecto a que su piloto campeón suba a un prototipo que alcanza 300 kilómetros por hora.

Tentación entre disciplinas y riesgos

Para Norris, la invitación es más que un gesto publicitario. Ofrece la oportunidad de reconectarse con la disciplina que primero lo hizo enamorarse de las carreras, al tiempo que añade su nombre a una corta lista de pilotos de autos de élite que han probado maquinaria de MotoGP en la era moderna, aunque sea solo en un test privado.

Cualquier salida requeriría una gestión cuidadosa del riesgo, dada la exigencia física y el peligro de una moto de MotoGP, así como el valor de un campeón mundial de Fórmula 1 vigente para los planes a largo plazo de McLaren.

Sin embargo, si se superan los obstáculos logísticos y de seguro, la imagen del campeón mundial 2025 cambiando el cockpit por la montura sería uno de los cruces más atractivos del automovilismo en años y un potente trampolín mediático para el proyecto Tech3 renombrado de Steiner.