Luego de pasar cuatro años sin pelear, la leyenda del boxeo, el filipino Manny Pacquiao regresó al ring con 46 años para enfrentar a Mario Barrios en el MGM Gran de Las Vegas.

Un empate que para muchos fue victoria para Pacquiao

La pelea se fue a la distancia con 12 round disputados para llevar la decisión a las cartas donde finalmente Pacquiao y Barrios empataron para que éste último se quedara con el cinturón de capeón del peso welter del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).

Tras terminar la pelea, durante su entrevista, el mismo Pacquiao comentó que "creía" que había ganado el combate, algo que también fue una sorpresa para muchos seguidores del boxeo.

Quienes fueron testigos de la batalla en la Ciudad del Pecado no quedaron conformes con la decisión de los jueces, quienes decretaron un empate mayoritario con tarjetas de 115-113, 114-114 y 114-114, pese al auténtico espectáculo que ofrecieron ambos guerreros en Las Vegas, Nevada.

Manny Pacquiao no empataba una pelea desde el 2004, cuando su combate ante el mexicano Juan Manuel Márquez terminó con la misma decisión. 

¿Cómo se desarrolló la pelea entre Manny Pacquiao y Mario Barrios?

Manny Pacquiao volvió a brillar sobre el ring con una actuación dominante ante el mexicoamericano Mario Barrios, en un combate que mantuvo a los fanáticos al borde del asiento y que demostró que el filipino sigue siendo un guerrero del boxeo de élite.

Desde el primer asalto, el ‘Pacman’ impuso el ritmo con su clásica agresividad, conectando rectos de izquierda que pusieron a prueba la defensa de Barrios. Aunque el estadounidense respondió en el segundo y tercer round con jabs efectivos que ralentizaron la ofensiva del asiático, Pacquiao nunca perdió el control total de la pelea.

En los rounds cuatro y cinco, el excampeón mundial volvió a encontrar espacios para castigar con ganchos y cruzados al cuerpo del monarca, quien optó por un enfoque más conservador, esperando que el filipino disminuyera su intensidad con el paso de los asaltos.

Pero el plan no funcionó.

En el sexto y séptimo episodio, Pacquiao se adueñó del combate a corta distancia, aprovechando la pasividad de Barrios, quien seguía apostando solo a los jabs. En el octavo asalto, ambos aceptaron el intercambio, y fue ahí donde Manny Pacquiao mostró su mejor versión, conectando combinaciones de volados a la cabeza y zonas blandas.

Con confianza en aumento, el filipino hizo daño con rectos al rostro en el noveno round, mientras Barrios lucía sin respuestas ante el poder y velocidad del veterano campeón.

Barrios reaccionó tímidamente en el décimo, lanzando uppers y volados que levantaron al público, pero Pacquiao no retrocedió y aceptó el combate de frente. El ritmo impuesto por el filipino fue demasiado en el undécimo round, donde el mexicoamericano ya no pudo mantener el paso y recibió castigo constante al cuerpo.

En el duodécimo y último asalto, Barrios intentó una última ofensiva con golpes más certeros, pero la reacción llegó demasiado tarde para cambiar la historia del combate.