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El capítulo de Kevin Durant en Phoenix termina con decepción y una nueva oportunidad
La etapa de Kevin Durant con los Suns terminó en subutilización y traspaso, pero su inteligencia en el juego prepara el escenario para un nuevo desafío con Houston.
Los Phoenix Suns iniciaron la temporada 2024-25 decididos a perseguir un esquivo campeonato NBA con el trío estrella de Durant, Devin Booker y Bradley Beal.
Pero tras un decepcionante récord de 36-46 y quedarse fuera de los playoffs, la franquicia decidió renovar su núcleo: traspasó a Durant a los Rockets y liberó a Beal.
El plan de sinergia entre estrellas no se tradujo en resultados en la cancha, y se produjeron cambios en la dirección: Jordan Ott fue nombrado entrenador en jefe y Brian Gregory asumió como gerente general.
Experiencia de Durant: subutilizado pero comprometido
Vasa Micic, quien se unió a los Suns en la fecha límite de traspasos, reveló la mentalidad de Kevin Durant en Phoenix. En el podcast X&O’s Chat, comentó que Durant estaba “sorprendido por lo poco que se le utilizaba” dado su estatus y habilidades, sugiriendo una desconexión entre su impacto potencial y su rol en el sistema de los Suns.
Micic describió a Durant como inteligente, analítico y accesible, destacando que su visión del baloncesto iba más allá de la anotación o la creación de juego rutinarias.
Aunque el exentrenador Mike Budenholzer recibió críticas por no maximizar la participación de Durant, KD manejó los rumores de traspaso y la turbulencia con profesionalismo, registrando estadísticas de élite a sus 36 años, aunque quedó a un paso de la elección All-NBA por los partidos perdidos.
Houston ofrece una nueva oportunidad para KD
Durant pasa ahora página y se une a los Rockets de Ime Udoka, reuniéndose con un entrenador cuyo conocimiento estratégico podría maximizar sus contribuciones en la cancha. El movimiento le da a Durant la oportunidad de revitalizar su legado en la etapa final de su carrera.
En Phoenix promedió 26,6 puntos, más del 52% en tiros de campo y 43% en triples, sumando 6 rebotes y 4,2 asistencias por partido, demostrando que aún puede dominar pese a un uso reducido.
El enfoque profesional que Durant mantuvo ante la adversidad augura un buen inicio en su próximo capítulo en la NBA, donde la estructura del equipo y el estilo de su entrenador podrían aprovechar plenamente su visión del juego mientras Houston busca protagonismo en los playoffs.