Anthony Davis abandonó el partido entre los Dallas Mavericks y los Indiana Pacers a finales del primer cuarto, tras caer de manera incómoda sobre su pierna izquierda después de ejecutar una flotadora.

De inmediato mostró molestias, cojeando al regresar a la cancha y luego agachándose cerca del banquillo antes de dirigirse al vestuario para ser evaluado.

A pesar de haber sido incluido inicialmente como “cuestionable” para regresar, Davis no volvió al partido. En sus breves siete minutos en cancha, sumó cuatro puntos, cuatro rebotes y un robo.

Su condición previa en el tendón de Aquiles enciende las alarmas

Davis llegó al partido lidiando con una tendinopatía aquílea bilateral, una condición crónica que causa dolor en ambas piernas y que los Mavericks habían señalado antes del encuentro.

Esta lesión persistente, agravada por una distensión en el aductor sufrida durante su debut con Dallas la temporada pasada, ha limitado repetidamente la disponibilidad de Davis desde el controvertido traspaso que lo llevó a Dallas a cambio de Luka Doncic.

La salud del veterano All-Star sigue siendo una preocupación clave para los Mavericks, dado su historial de lesiones que han afectado varias temporadas.

Perspectivas y repercusiones para el equipo

La gravedad de la molestia en la pierna izquierda de Davis aún está siendo evaluada, y el equipo tiene previsto ofrecer actualizaciones tras realizar más exámenes médicos. Los Mavericks esperan preservar la condición física de Davis, especialmente porque su rotación interior ya se ve afectada por otras lesiones de jugadores clave.

Su papel sigue siendo fundamental para las aspiraciones de Dallas en los playoffs de esta temporada. El equipo será cauteloso para no apresurar su regreso, considerando su historial de lesiones, con el objetivo de evitar nuevos contratiempos al inicio de la campaña.

Tanto los aficionados como los analistas esperan más detalles mientras los Mavericks se preparan para los próximos partidos sin plena claridad sobre la disponibilidad de Davis.

La salida temprana de Anthony Davis en el partido contra los Pacers resalta la continua batalla entre su talento de élite y sus problemas físicos, una narrativa que sigue definiendo su presencia tan impactante como frágil en Dallas.