Pacers forzan el Juego 7 ante OKC pese a la lesión de Haliburton
Los Indiana Pacers se niegan a irse en silencio.
Frente a la eliminación y con su base All-Star Tyrese Haliburton aún limitado por una persistente distensión en la pantorrilla, Indiana logró una victoria contundente en el Juego 6 de las Finales de la NBA, superando a los Oklahoma City Thunder por 108-91.
El triunfo, impulsado por un ataque equilibrado y una defensa tenaz, fuerza un Juego 7 definitivo por el campeonato de la NBA, que se disputará el domingo por la noche en Oklahoma City.
El esfuerzo de Indiana supera la adversidad
El triunfo de Indiana en el Juego 6 fue una demostración de profundidad y resiliencia. Con Tyrese Haliburton aún claramente lejos de su mejor forma — jugó solo 23 minutos, aunque aportó 14 puntos, cinco asistencias y dos robos —, los Pacers recurrieron a su elenco de apoyo.
Obi Toppin fue el gran revulsivo desde la banca, liderando a todos los anotadores con 20 puntos y encendiendo al público en el Gainbridge Fieldhouse. Andrew Nembhard dio un paso al frente con 17 puntos y tres robos, mientras que Pascal Siakam firmó un doble-doble clave con 16 puntos y 13 rebotes.
La segunda unidad de los Pacers superó claramente a la de Oklahoma City por 43-24, y la defensa de Indiana asfixió al potente ataque del Thunder. OKC, liderado por el MVP Shai Gilgeous-Alexander, fue limitado a un 24% en tiros de tres puntos y llegó a estar hasta 30 puntos abajo en la segunda mitad.
Los titulares de OKC fueron retirados temprano en el último cuarto, algo poco común para un equipo que había dominado buena parte de la postemporada.
La determinación y el liderazgo de Haliburton
La decisión de Tyrese Haliburton de jugar a pesar de su lesión en la pantorrilla se ha convertido en un punto de unión para los Pacers. A pesar de las recomendaciones médicas y del dolor evidente, insistió en salir a la cancha en este partido de vida o muerte.
“No queríamos verlos celebrar un campeonato en nuestra casa,” dijo Haliburton a los medios tras el partido. “Con la espalda contra la pared, respondimos. Distintos compañeros dieron un paso al frente. Fue un esfuerzo total de equipo.”
El base estrella de Indiana reconoció que su pantorrilla aún no está al 100%, pero se mantiene optimista respecto a su disponibilidad para el Juego 7. “Ahora tengo un par de días para cuidarla y ponerla bien. Tenemos un solo partido, todas las cartas sobre la mesa. Va a ser muy divertido,” Haliburton declaró en su entrevista postpartido.
Todo o nada: se viene el Juego 7
El Juego 7 del domingo será apenas el vigésimo en la historia de unas Finales de la NBA y el primero desde 2016. El Thunder, que ganó 68 partidos en temporada regular y ha lucido como favorito al título durante toda la postemporada, ahora enfrenta la máxima prueba de presión en casa.
Por su parte, los Pacers llegan impulsados por la contundente victoria en el Juego 6 y por el liderazgo valiente de Haliburton. Creen firmemente que pueden completar una carrera tan improbable como histórica.
La resiliencia de Indiana, su profundidad y la fe colectiva en el grupo han preparado el escenario para una definición dramática. Como dijo Haliburton: “Tenemos mucha fe en este grupo… ¿Qué más se puede pedir?”
El domingo por la noche, el mundo del baloncesto tendrá su respuesta. El Trofeo Larry O’Brien — y un lugar en la historia — están en juego.