La lesión, sufrida durante el primer cuarto del Juego 5 contra los Oklahoma City Thunder, obligó a Tyrese Haliburton a salir momentáneamente del partido antes de regresar con la pantorrilla fuertemente vendada.

A pesar de su determinación por mantenerse en la cancha, Haliburton estuvo visiblemente limitado, terminando la derrota por 120–109 con apenas cuatro puntos, seis asistencias y siete rebotes en 34 minutos —su actuación más baja en lo que va de la postemporada y la primera vez en estos playoffs que no logró encestar un solo tiro de campo.

El insider de la NBA Shams Charania informó que Haliburton fue sometido a una resonancia magnética para determinar con precisión la gravedad de la distensión. Charania subrayó que, si esto ocurriera en temporada regular o incluso en la primera ronda de los playoffs, Haliburton probablemente estaría fuera de acción.

La lesión genera aún más preocupación porque afecta la misma pierna en la que había presentado molestias en el tobillo apenas una semana antes. El entrenador de los Pacers, Rick Carlisle, reconoció tras el Juego 5 que Haliburton no estaba al 100%, pero el base All-NBA se mantiene firme en su intención de jugar el Juego 6, declarando a la prensa: “Si puedo caminar, quiero jugar.”

Impacto en los Pacers y en las Finales de la NBA

La lesión de Haliburton no pudo llegar en un momento más crítico. Los Pacers ahora están abajo 3–2 en la serie al mejor de siete contra los Thunder, con el Juego 6 programado para la noche del jueves en Indianápolis.

Oklahoma City necesita solo una victoria más para consagrarse campeón, y las esperanzas de Indiana de forzar un decisivo Juego 7 dependen en gran medida de la disponibilidad y efectividad de su armador titular.

Durante las Finales, Haliburton ha promediado 15.0 puntos, 7.2 asistencias y 6.2 rebotes, con un 45% de acierto en tiros de campo. Su visión de juego y liderazgo han sido fundamentales en el recorrido de Indiana en estos playoffs, y su ausencia —o una versión limitada de él— dejaría un vacío enorme.

La ofensiva de los Pacers, diseñada en torno a la capacidad de Haliburton para generar desde el drible y asistir a sus compañeros, se estancó en el Juego 5 mientras él lidiaba con la lesión: terminó 0 de 6 en tiros de campo y se lo vio cojeando entre posesiones.

Juego 6 y lo que viene

El cuerpo médico y el equipo técnico de los Pacers están a la espera de los resultados de la resonancia magnética de Haliburton para definir su estrategia de cara al Juego 6. Normalmente, una distensión de grado 1 en la pantorrilla mantendría a un jugador fuera de acción entre 7 y 10 días, pero con las Finales de la NBA en juego, Haliburton está decidido a jugar a pesar del dolor.

Su determinación se ha convertido en un punto de unión para el equipo, aunque el riesgo de agravar la lesión no puede ser ignorado, ya que una distensión mal gestionada puede derivar en un daño muscular más grave.

Mientras los Pacers se preparan para un partido de vida o muerte, todas las miradas estarán puestas en el estado físico de Haliburton. Su presencia en la cancha, incluso sin estar al 100%, podría marcar la diferencia, pero las esperanzas de campeonato de Indiana dependen ahora tanto de su resistencia como de la capacidad del equipo para adaptarse si él no está en condiciones óptimas.