Reivindicando su condición de vigente campeón de Roland Garros, el español Carlos Alcaraz elevó su nivel de juego para derrotar este martes en tres sets corridos al estadounidense Tommy Paul y avanzar a las semifinales del Grand Slam parisino. En esta nueva fase, se enfrentará al italiano Lorenzo Musetti.

Un resultado contundente para las aspiraciones de Alcaraz

Con un marcador de 6-0, 6-1 y 6-4, en poco más de una hora y media durante el turno nocturno en la pista Philippe-Chatrier, Alcaraz consiguió su quinta victoria en siete enfrentamientos directos contra Paul.

Después de haber cedido un set en sus tres partidos anteriores en Porte d’Auteuil y de superar momentos complicados que podrían haber complicado su avance, el cuádruple campeón de Grand Slam envió un claro aviso a sus posibles próximos rivales, entre ellos Jannik Sinner y Novak Djokovic, quienes han ganado todos sus sets en lo que va del torneo.

Con un tenis agresivo y preciso, el español de 22 años logró el pase a sus terceras semifinales consecutivas en Roland Garros.

El número 2 del mundo llegó a esta instancia tras desplegar su mejor juego desde el inicio de la defensa del título. Su actuación fue tan dominante ante Paul que, al finalizar el encuentro, pidió disculpas al público, que había pagado una entrada considerable para presenciar el turno nocturno.

“Lo siento, pero yo tengo que hacer mi trabajo”, declaró Alcaraz, quien además comentó que tuvo “uno de esos días en los que todo sale bien”.

Esta victoria representa su número 20 en la temporada sobre tierra batida, superficie en la que conquistó los títulos de Montecarlo y Roma, y fue finalista en Barcelona, donde sufrió su única derrota.

Un rival conocido para la siguiente fase

Su próximo rival será Lorenzo Musetti, número 7 del mundo, a quien Alcaraz ha vencido en dos ocasiones esta temporada y cinco de las seis veces que se han enfrentado, todas menos la primera, que tuvo lugar en la final de Hamburgo en 2022.

Desde entonces, ambos han evolucionado notablemente: el español se ha convertido en un tenista implacable, mientras que el italiano, reconocido como el último estandarte del revés a una mano, se ha consolidado como un adversario temible.