Un escándalo que amenaza la reputación de las Grandes Ligas

El béisbol de las Grandes Ligas (MLB) vuelve a estar bajo el ojo del huracán. Los lanzadores de los Cleveland Guardians, Emmanuel Clase y Luis Ortiz, fueron acusados formalmente de participar en un plan de apuestas ilegales que, según las autoridades federales, involucraba manipular jugadas dentro del campo para beneficiar apuestas específicas.

De acuerdo con los documentos judiciales, ambos peloteros habrían colaborado con un grupo de apostadores para realizar “cientos de apuestas fraudulentas”, acordando de antemano el tipo de lanzamiento que harían en determinados momentos del juego. Las acusaciones incluyen cargos por conspiración para cometer fraude electrónico, manipulación de concursos deportivos y lavado de dinero, delitos que podrían acarrear penas severas.

El mensaje que hunde a Clase

Uno de los episodios más comprometedores ocurrió el 28 de mayo de 2025, durante un duelo entre los Guardians y los Los Angeles Dodgers. Según la investigación, Clase y los apostadores habían apostado cerca de 4,000 dólares a que su primer lanzamiento sería una bola o un golpe al bateador. Sin embargo, el plan falló cuando Andy Pages, jugador de los Dodgers, decidió hacer swing a un lanzamiento bajo, arruinando la apuesta.

Lo ocurrido generó una conversación por mensajes de texto que hoy forma parte de las pruebas. Uno de los apostadores envió a Clase una imagen con tono irónico: un GIF de un hombre ahorcándose con papel higiénico. La respuesta del pelotero no hizo más que reforzar su vínculo con el grupo: respondió con una imagen de un cachorro con cara triste, según el expediente judicial.

Aunque pueda parecer un intercambio inofensivo, este mensaje fue clave para los fiscales, quienes lo consideran evidencia directa de la comunicación constante entre el jugador y los apostadores.

Ortiz se defiende y niega toda implicación

Mientras tanto, Luis Ortiz ha negado rotundamente haber participado en el esquema. Su abogado, Chris Georgalis, aseguró que su cliente “no tiene nada que esconder” y que “nunca actuó de forma contraria a las reglas del deporte”.

Tanto Clase como Ortiz se encuentran suspendidos con goce de sueldo desde julio, a la espera de una resolución judicial. El caso se suma a una preocupante serie de incidentes relacionados con apuestas deportivas que ya han afectado a la NBA y otras ligas profesionales, dejando en entredicho la integridad del deporte estadounidense.