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Luis Enrique, a un partido de la gloria: el triplete que podría igualarlo con Guardiola
Este sábado, Luis Enrique Martínez no solo dirigirá una final de Champions League. En juego no está únicamente un trofeo continental, sino la posibilidad de inscribir su nombre entre los entrenadores más grandes de la historia. Si el Paris Saint-Germain vence al Inter de Milán, el técnico asturiano lograría un triplete histórico Champions League, Ligue 1 y Copa de Francia con el club parisino, una hazaña que hasta ahora solo ha conseguido Pep Guardiola.

Luis Enrique podría convertirse en el segundo entrenador en conquistar el triplete con dos clubes distintos, una década después de haberlo logrado con el legendario FC Barcelona de Messi, Suárez y Neymar en 2015. Hoy, con un proyecto radicalmente distinto, está a un paso de repetir aquella gesta al mando de un PSG que ha reconstruido desde los cimientos.
El peso de la historia
Desde la llegada del capital catarí en 2011, el PSG ha representado ambición, inversión y talento. Sin embargo, la Champions ha sido una cuenta pendiente. Ni Zlatan Ibrahimović, ni Edinson Cavani, ni el dúo Neymar-Mbappé en su mejor momento lograron llevar la “Orejona” a París. Solo en 2020, bajo la dirección de Thomas Tuchel, el club llegó a la final, que perdió ante el Bayern Munich.
Ahora, cinco años después, el PSG tiene una nueva oportunidad. Y lo hace con un equipo que no solo brilla por nombres, sino por una identidad clara, madura y colectiva, sello distintivo de Luis Enrique.
Una revolución silenciosa
Lejos de los fichajes mediáticos o el modelo de ‘galácticos’, el entrenador español apostó por juventud, hambre y equilibrio. Confió en talentos emergentes, muchos de ellos franceses y formados en casa. Jugadores como João Neves, Bradley Barcola o Désiré Doué forman parte de una columna vertebral joven, pero competitiva, que ha respondido a las exigencias del cuerpo técnico.
A este núcleo se suman figuras consolidadas pero aún jóvenes, como Achraf Hakimi, Vitinha o Gianluigi Donnarumma, además de la experiencia de referentes como Marquinhos y Ousmane Dembélé.
La huella de Luis Enrique: identidad, valentía y adaptación
Desde su llegada, Luis Enrique dejó claro que el PSG jugaría bajo su filosofía. Su equipo presiona alto, busca el control del balón, pero también sabe replegar y salir al contragolpe. La flexibilidad táctica ha sido una de sus principales virtudes, adaptándose a rivales y contextos sin renunciar a una idea clara de juego.
Pero más allá del esquema, el PSG ha adoptado un rasgo fundamental: la convicción. Incluso en los momentos más críticos como en la fase de grupos de la Champions, cuando estuvieron al borde de la eliminación, el equipo mantuvo la unidad y la fe en el plan de su entrenador.
Un legado que puede igualar al de Guardiola
Si el PSG logra levantar la Champions en Múnich, Luis Enrique romperá la maldición europea del club y alcanzará un hito reservado solo para los grandes: ganar dos tripletes con dos equipos distintos.
Lo hizo con el Barça en 2015. Y podría repetirlo ahora con un PSG totalmente renovado, sin la figura de Messi como faro. De conseguirlo, su nombre quedará al nivel de los entrenadores más influyentes del siglo XXI. En un fútbol donde la presión devora proyectos y la impaciencia manda, Luis Enrique ha demostrado que el trabajo a largo plazo, la apuesta por el talento joven y la fidelidad a una idea pueden rendir frutos históricos.
