Messi y Müller: un duelo histórico en la MLS Cup

La final de la MLS Cup 2025 está marcada en la historia: Lionel Messi con Inter Miami y Thomas Müller con Vancouver Whitecaps protagonizan un enfrentamiento sin precedentes. Por primera vez en 30 años, un ganador de la Copa del Mundo podría levantar el trofeo de la Major League Soccer, un torneo que ha visto pasar estrellas como Pirlo, Kaká y Giroud entre otros.

La atención global es total: boletos a precio récord, cobertura internacional y una producción de MLS sin precedentes prometen un espectáculo digno de leyendas.

Messi: liderazgo y magia en busca del primer título

Con 38 años, Messi ha liderado a Inter Miami hasta su primera final de MLS Cup, sumando 29 goles y 19 asistencias en temporada regular, más 6 goles y 7 asistencias en postemporada. El argentino se mantiene competitivo, confiado y motivado, asegurando que su equipo está en el mejor momento y listo para la gloria en casa, en el Chase Stadium.

Müller: experiencia y serenidad al frente de Vancouver

Por su parte, Thomas Müller, de 36 años, ha sido clave para que Vancouver Whitecaps alcance su primera final. Llegado en agosto, aportó 7 goles y 3 asistencias en solo 7 partidos de temporada regular, mostrando que su talento y lectura de juego siguen intactos.

El alemán mantiene la calma y evita dramatizar la rivalidad: “No se trata de Messi vs Thomas Muller, se trata del Miami vs Whitecaps”, destacó, subrayando que su objetivo es levantar el trofeo con su equipo, sin depender del historial frente a Messi.

Rivalidad histórica y expectativas de un espectáculo inolvidable

La historia entre Messi y Müller añade un plus de emoción: desde la semifinal del Mundial 2010, la final de 2014 hasta múltiples encuentros en Champions League, Müller ha tenido ventaja en los cara a cara. Esta narrativa histórica intensifica la expectativa de la final y eleva la MLS a otro nivel de atención internacional.

Inter Miami y Vancouver, ambos disputando su primera final de MLS Cup, prometen un duelo táctico y espectacular. Con dos campeones del mundo en el terreno de juego, el sábado no solo se definirá un campeón, sino que se escribirá un capítulo histórico en la MLS y el fútbol estadounidense.