Lens sobrevive y aplasta a Lorient para seguir soñando en Ligue 1
Lens sufrió, tembló y hasta vio cómo Lorient fallaba un penal que pudo cambiarlo todo. Pero a base de pegada, temple y un portero heroico, los Sangre y Oro ganaron 3-0 y se afianzaron en la pelea europea con una victoria que sabe a gloria y resistencia pura.
Lens sufre, pero golpea primero y toma el control
El Estadio Bollaert-Delelis vibró desde el inicio con un Lens decidido a recomponer su imagen tras un duro golpe entre semana. Y vaya que lo hizo. Con apenas seis minutos en el cronómetro, Odsonne Edouard aprovechó una jugada nacida desde la intensidad de Mamadou Sangaré para abrir el marcador y encender el estadio.
El gol tempranero parecía marcar el guion de una tarde cómoda, pero nada estuvo más lejos de la realidad. Lorient, señalado como el peor visitante de Europa, decidió desafiar etiquetas y se plantó con valentía, presionando, acelerando y obligando a Lens a retroceder en varios momentos.
Lorient despierta y Lens navega entre el miedo y la épica
El segundo tiempo fue una película de terror para la afición local. Lorient salió con una furia inesperada y acorraló a los Sangre y Oro. Centros, remates y un ritmo asfixiante pusieron contra las cuerdas a los de Pierre Sage, que encontraron en su portero Risser a un verdadero escudo humano.
El punto de quiebre llegó al minuto 64, cuando Mohamed Bamba falló un penal que pudo cambiar la historia. El poste actuó como cómplice del destino y el estadio respiró. Ese momento fue más que un error: fue el renacimiento emocional de Lens.
De la agonía al golpe letal: Lens remata con jerarquía
Con el rival lanzado al ataque y el partido al borde del drama, Lens encontró oxígeno donde parecía no haber nada. Wesley Saïd apareció al 77’ para convertir la única oportunidad clara del segundo tiempo y firmar el 2-0 que desató el delirio.
La sentencia definitiva llegó al 89’, cuando Samson Baidoo, en noche soñada, remató un córner con autoridad y puso el 3-0 final. La grada explotó y el equipo selló una victoria que no solo suma puntos: construye carácter.
Un triunfo que pesa en la pelea europea
Lejos de ser un trámite, este encuentro reveló el corazón competitivo de un Lens que, con disciplina, valentía y momentos de fortuna, se ha instalado en zona alta con argumentos sólidos. Tres puntos que valen más que un simple marcador, pues llegan tras sufrimiento, resistencia y madurez competitiva.
Lorient, por su parte, mostró orgullo y personalidad, pero pagar los errores en Ligue 1 suele costar caro. Su esfuerzo dejó buenas sensaciones, mas no puntos.
Lens no solo ganó: dejó claro que está listo para competir en silencio, con trabajo y con una fe inquebrantable, dispuesto a incomodar a los gigantes de Francia.




























