Un regreso que no resuelve nada: Ter Stegen sigue sin futuro claro

El retorno de Marc-André ter Stegen a la dinámica del primer equipo del Barcelona debía marcar el inicio de una nueva etapa. Sin embargo, su reintegración solo ha expuesto aún más un problema que el club ya no puede seguir escondiendo: el alemán no tiene sitio. Ya entrena, ya entra en convocatorias, ya está recuperado… pero no tiene un camino real hacia la titularidad.

El mensaje de Hansi Flick fue un misil directo: “Para mí, el número uno es Joan García”. Conciso, contundente, casi cruel. No dejó espacio para interpretaciones, mucho menos para ilusiones. Ter Stegen, que hace poco era uno de los capitanes y una figura intocable, ahora se ve atrapado en un escenario que jamás imaginó: pelear por no convertirse en tercer portero.

Con la puerta de la titularidad cerrada, al alemán solo le quedan dos caminos: aceptar el banquillo o buscar una salida inmediata. Ninguno parece sencillo.

Venta imposible: el mercado ya no cree en Ter Stegen

En el Barcelona reconocen lo evidente: nadie va a pagar un traspaso por Ter Stegen. Su valor de mercado ha caído hasta aproximadamente  9.3 millones de dólares, una cifra simbólica para un portero que llegó a estar entre los mejores del mundo.

Las razones son claras. Ter Stegen viene de dos lesiones consecutivas que ponen en duda su plena recuperación, y lleva demasiado tiempo sin competir de forma regular. Para cualquier club, apostar fuerte por él sería un riesgo económico altísimo.

A eso se suma un problema mayor: su salario es gigantesco. Cualquier operación que incluya absorber su ficha se vuelve prohibitiva. Por eso, en el Barça ya asumieron que venderlo en enero es, simplemente, imposible.

La cesión, la única vía… pero a un costo doloroso

Ante la imposibilidad de una venta, la única opción real es una cesión, y aun así, el movimiento sería costoso para ambas partes. El Barcelona sabe que tendrá que asumir una parte importante del salario del portero para que cualquier club se anime a recibirlo.

El club, sin embargo, lo ve como una inversión estratégica. Ter Stegen necesita jugar para recuperar nivel, regresar a la élite y, sobre todo, meterse en la convocatoria de Alemania para el Mundial 2026. Si lo logra, podría revalorizarse lo suficiente para tomar en verano una decisión definitiva: quedarse como suplente o marcharse traspasado por un precio más digno.

El destino del alemán

La primera señal clave llegará en la Copa del Rey ante el Guadalajara. Si Flick decide alinear a Wojciech Szczesny en lugar de Ter Stegen, el destino será devastador: quedaría relegado a tercer portero, un rol inconcebible para quien hace un año era indiscutible bajo los tres palos.

El futuro de Ter Stegen está más abierto que nunca, pero su presente es lapidario: sin espacio, sin compradores y con el tiempo corriendo en contra. Las próximas semanas definirán si su historia en el Barcelona tiene un último giro… o un final inevitable.