Franco Mastantuono pide tiempo: la exigencia del Real Madrid no perdona
Franco Mastantuono aterrizó en el Real Madrid con solo 18 años y la expectativa de un futbolista destinado a marcar época. Sin embargo, el propio argentino reconoce que aún está lejos de su mejor versión. Entre la adaptación a un nuevo país, un cambio radical de rol y una pubalgia que lo obligó a frenar, el joven talento pide tiempo para alcanzar el nivel que exige uno de los clubes más competitivos del planeta.
Del protagonismo en River al desafío de la élite blanca
El mediapunta, que firmó con el Madrid el pasado 14 de agosto, admitió en El Larguero que su rendimiento todavía no refleja todo su potencial. “Tuve un gran momento en River Plate, pero no es mi techo. Mi mejor versión todavía no llegó”, afirmó.
En Argentina era un jugador más libre, con peso creativo y responsabilidades ofensivas, pero en el Madrid su papel ha cambiado. Xabi Alonso le pide ocupar zonas diferentes, más pegado a la banda y con tareas colectivas que requieren disciplina táctica.
Mastantuono no lo ve como un retroceso, sino como parte del proceso lógico de adaptación. “Aquí no pienso en ser protagonista; pienso en ayudar desde donde me toque”, explicó. La exigencia interna, sin embargo, no perdona: en sus primeros siete partidos sumó seis titularidades, pero no logró asentarse antes de que el dolor físico comenzara a condicionar cada movimiento.

La pubalgia, que arrastraba desde sus últimos meses en River, terminó marcando un punto de inflexión. “Era un dolor que llevaba tiempo. Era momento de frenar y volver al cien por cien. Este club lo exige”, señaló.
El vestuario, las comparaciones y la presión de un gigante
Aunque las expectativas a su alrededor son enormes, Mastantuono ha mostrado madurez al hablar de comparaciones inevitables. Sobre Lamine Yamal, fue contundente: “Hoy él es mejor. Está en un nivel increíble”. También elogió a compañeros como Vinícius Júnior, al que definió como “una persona increíble que siempre contagia alegría”, incluso cuando las cámaras lo muestran frustrado.
En la portería, reconoció que trabajar junto a Thibaut Courtois es una experiencia única, al igual que compartir selección con el Dibu Martínez, a quien admira profundamente. Y cuando le preguntaron por el mejor del mundo, no dudó: “Para mí es Leo Messi, hasta que se retire”.
El juvenil entiende mejor que nadie la frase que siempre acompaña al Real Madrid: aquí no hay margen de error. Con 689 minutos disputados entre Liga y Champions, un gol y una asistencia, el argentino sabe que todavía no ha mostrado lo que puede ofrecer. Pero también tiene claro que su historia recién empieza.
“Quiero estar mucho tiempo en el club más grande del mundo”, dijo. Para eso pide lo que pocos pueden permitirse en el Bernabéu: tiempo para sanar, para adaptarse, y para convertirse en el jugador que el Madrid espera… y que él cree que puede ser.




















