El Athletic Club no está dispuesto a facilitar la salida de Nico Williams rumbo al FC Barcelona. Según fuentes cercanas a la operación, la única vía posible para que el delantero vista de azulgrana será mediante el pago íntegro de su cláusula de rescisión, que asciende a 71 millones de dólares, ajustados al IPC. El club bilbaíno ha dejado claro que no aceptará negociaciones ni pagos a plazos, incluso si estos superaran el monto total de la cláusula.

Nico ya tomó una decisión

El jugador ya ha elegido su destino: quiere formar parte del nuevo proyecto culé y participar en la reinauguración del Camp Nou, priorizando esta oportunidad sobre disputar la próxima Champions League con el Athletic en San Mamés. Sin embargo, desde el entorno del Barcelona se ha filtrado la intención de solicitarle al futbolista que interceda ante la directiva rojiblanca en busca de una salida negociada. Nico sabe que esa jugada es inviable: el presidente del club vasco no cederá ante ningún planteamiento que no sea el pago inmediato de la cláusula. Aunque no habría un “portazo” público, la negativa sería firme.

Una renovación millonaria en pausa

Nico Williams tiene contrato vigente hasta 2027, y el Athletic ha estado trabajando en una renovación con cifras récord para convertirlo en el jugador mejor pagado de la plantilla, igualando lo que podría ganar en el Barcelona. Sin embargo, el delantero no ha dado respuesta a las propuestas presentadas. Desde el club entienden que no ha mostrado disposición a alcanzar un acuerdo que facilite su salida de manera amistosa.

Un precedente que marca la pauta

La última vez que un club pagó una cláusula en Bilbao fue en enero de 2018, cuando el Manchester City abonó los 75 millones de dólares estipulados en el contrato de Aymeric Laporte. Apenas un día después, el Athletic respondió ejecutando la cláusula de Iñigo Martínez para traerlo desde la Real Sociedad.

¿Está dispuesto el Barça a llegar hasta el final?

Lo cierto es que en Bilbao no tienen prisa por desprenderse de uno de sus jugadores más emblemáticos. La postura es firme, y el FC Barcelona tendrá que decidir si está dispuesto a asumir el costo total del fichaje, o si deberá activar un plan alternativo. La pelota, como casi siempre en el mercado, está del lado del club comprador.