Sergio Ramos fue el gran protagonista del empate 1-1 entre Rayados de Monterrey e Inter de Milán en el debut del Mundial de Clubes 2025. El defensor español anotó el gol que adelantó a los regiomontanos al minuto 25, tras una jugada ensayada con asistencia de Óliver Torres, y lideró con temple a su equipo frente al subcampeón europeo. Su actuación le valió el reconocimiento como Jugador del Partido, trofeo que presumió con orgullo en redes sociales y que generó molestia entre la afición de los Tigres, el acérrimo rival de Rayados.

Declaraciones con mentalidad colectiva

Pese a ser figura, Ramos mantuvo la humildad al declarar: “A nivel personal es una alegría tremenda contribuir, pero el premio individual tiene un significado menos importante. Lo colectivo es la prioridad”. También elogió el desempeño del equipo: “Jugarle de tú a tú al Inter dice mucho de Rayados y de la intención con la que vinimos al torneo”. Además, fue clave anulando un gol de Lautaro Martínez en la segunda mitad al tirar correctamente la línea del fuera de juego.

Sobre el resultado, Ramos fue autocrítico: “Cuando no se consiguen los tres puntos uno no se va feliz al 100%, pero mejor un punto que ninguno”. De cara al próximo duelo ante River Plate, advirtió: “Hicimos muchísimas cosas bien y fallamos en muchas. La exigencia con River será alta”. El conjunto argentino lidera el grupo tras vencer a Urawa Reds, por lo que ese partido será determinante.

Elogios para Mastantuono y mensaje a la afición

En la antesala del encuentro ante River, Ramos aprovechó para elogiar a Franco Mastantuono: “Apunta muchísimas maneras. Le deseo lo mejor, sobre todo en el futuro con el Real Madrid”. Con sus palabras y liderazgo en la cancha, el campeón del mundo se ha convertido en el estandarte de los regiomontanos.

Mientras en Monterrey celebran su rendimiento, los aficionados de los Tigres expresaron su incomodidad en redes sociales, reflejo de la intensa rivalidad regional. Pero para Rayados, tener a un veterano de la talla de Sergio Ramos guiando al equipo en una cita mundialista representa una apuesta sólida por el éxito internacional.