La final de la Copa Libertadores encendió a todo el continente, pero si hubo una afición que decidió tomarse el viaje como una misión épica, esa fue la del Flamengo. Días antes del duelo decisivo ante Palmeiras, Lima ya empezó a teñirse de rojo y negro con miles de torcedores que aparecieron por tierra, aire y río… literalmente.

Un éxodo masivo rumbo a Lima

La avalancha de fanáticos del Mengão superó ampliamente a la del rival. Desde mucho antes del fin de semana, la capital peruana comenzó a recibir a hinchas que llegaron como pudieron: algunos pagaron boletos de avión que superaron los 2,500 dólares, otros improvisaron vuelos con escalas interminables, y una gran cantidad se lanzó a la aventura por carretera.

El viaje terrestre se volvió casi una tradición. Autobuses que tardan cinco días cruzando Sudamérica, autos particulares atravesando la Amazonía, subiendo los Andes y pasando por Bolivia. En ese país, incluso se viralizó un momento que ya es parte del folclore del hincha rubronegro: un grupo de seguidores bloqueados por un montículo de arena descendió con palas en mano para despejar el camino y seguir su ruta hacia la final. La escena se volvió símbolo del fanatismo extremo del Fla.

Navegar el Amazonas para ver al Mengão

Para quienes viven en regiones más remotas de Brasil, la vía fluvial fue la opción más lógica. Desde Tabatinga, en la triple frontera con Colombia y Perú, cientos abordaron lanchas rápidas para navegar el río Amazonas durante más de doce horas hasta llegar a Iquitos. Desde ahí, tomaron vuelos nacionales rumbo a Lima para unirse al mar rojinegro que ya ocupaba plazas, calles y el aeropuerto Jorge Chávez.

El recuerdo del viaje de 2019 —cuando Flamengo conquistó su segunda Libertadores ante River— también inspiró a muchos a repetir el camino por carretera. La ilusión de ver al club convertirse en el primer equipo brasileño con cuatro títulos motivó a miles a emprender rutas épicas sin importar distancia, cansancio o presupuesto.

Lima, tomada por la nación rojinegra

En la ciudad, el ambiente es de fiesta total. Los hinchas del Fla se sienten en casa: acudieron masivamente al hotel del equipo dirigido por Filipe Luís, coparon los puntos turísticos de la capital peruana y le dieron un tono brasileño a cada rincón. Se calcula que más de 40 millones de simpatizantes tiene el Flamengo en todo el mundo, así que no sorprende que Lima esté viviendo una invasión futbolera pocas veces vista.

El sábado será la final, pero el viaje ya se convirtió en la primera gran historia épica del Mengão en esta Libertadores.