La final soñada en Lima: orgullo peruano y favoritismo brasileño

En vísperas de la gran final de la Copa Libertadores en Lima, el exfutbolista paraguayo Carlos Lugo habló sobre la relevancia de que Perú sea nuevamente escenario del partido definitivo. Para Lugo, no es solo un evento deportivo, sino un motivo de orgullo nacional: “Todo el Perú está asombrado y orgulloso de que esta Copa tan importante se juegue aquí en el país”.

Sobre el duelo entre Flamengo y Palmeiras, Lugo no dudó en elegir a su candidato: “Yo voy por Flamengo. No soy hincha, pero siempre lo sigo y creo que tiene jugadores muy buenos”. Además, destacó la actuación de sus compatriotas en Palmeiras, mencionando que tanto Gómez como Sosa están dejando huella en el club paulista y construyendo su propia historia. De todas formas, Lugo ve al Mengão un paso adelante en intensidad y jerarquía para llevarse el trofeo.

Cienciano y la hazaña inolvidable que marcó una vida

Hablar con Carlos Lugo es inevitablemente hablar de Cienciano, el club que lo convirtió en parte de una de las páginas más gloriosas del fútbol peruano. Lugo no necesita ensayar el discurso: lo dice con el corazón. “Ganar la Copa Sudamericana fue un sueño de chico. Para mi familia futbolera y para mi país, Paraguay, se me reconoce por esa hazaña tan linda”, explicó con emoción.

En 2003, Cienciano sorprendió al continente derrotando a gigantes como River Plate y Boca Juniors, y al año siguiente conquistó la Recopa Sudamericana, reafirmando que aquella gesta no fue casualidad.

Lugo recordó con especial cariño el mítico 3-3 contra River en el Monumental de Buenos Aires, calificándolo como “el partido más lindo que tuvimos todos los compañeros”. Luego llegó el encuentro decisivo en Arequipa, ante la imposibilidad de jugar en Cusco por temas de capacidad. La movilización fue total: “Prácticamente toda la ciudad de Cusco se fue a Arequipa”, recordó.

El tiro libre eterno y el grito que quedó grabado en Perú

La escena final pertenece al imaginario colectivo. Minuto 32 del segundo tiempo. Tiro libre. Confianza plena. Lugo respira y dispara. “Lo pateé y fue adentro”, dice con sencillez, como si no hubiera cambiado la historia de una institución y de toda una región.

El grito posterior fue catártico: campeones. Cienciano, un equipo del Cusco, había vencido al gigante River Plate y hecho vibrar al país entero.

Años después, con el corazón pleno y la voz todavía emocionada, Lugo lo resume mejor que nadie: “Es un mérito único para toda una ciudad”.