Erling Haaland busca cumplir su sueño más grande con la selección de Noruega
El goleador del Manchester City, Erling Haaland, está a las puertas de lograr algo que ni todos sus títulos, récords o premios individuales pueden igualar: llevar a Noruega de regreso a un Mundial después de 28 años. Con solo 24 años, el delantero más temido del planeta tiene la oportunidad de inscribir su nombre en la historia de su país, algo que ni su padre, Alfie Haaland, pudo conseguir como protagonista.
El sueño mundialista y una cuenta pendiente familiar
Desde su nacimiento en el año 2000, Noruega no ha participado en una Copa del Mundo. Su última aparición fue en Francia 1998, cuando el joven Erling apenas era un bebé. Ahora, con nueve goles en cinco partidos de clasificación, el delantero lidera la tabla de artilleros de la UEFA y mantiene a su selección en lo más alto del grupo, seis puntos por encima de Italia.
En su más reciente actuación, Haaland firmó una exhibición inolvidable: cinco goles y dos asistencias en la victoria por 11-1 sobre Moldavia. Su rendimiento no solo consolidó el dominio noruego en el grupo, sino que también mejoró una diferencia de goles que podría ser decisiva para asegurar el boleto directo al torneo que se disputará en Estados Unidos, México y Canadá en 2026.
El delantero no oculta la motivación personal que lo impulsa. “Le dije muchas veces a mi padre que quería ser mejor que él”, confesó a Time Magazine. Y aunque ya ha ganado más trofeos de los que Alfie consiguió en toda su carrera, aún le falta igualarlo en una cosa: jugar un Mundial. Su padre fue parte del plantel que clasificó a Estados Unidos 1994, por lo que repetir la hazaña tendría un significado especial para ambos.
Haaland, el líder que inspira a una generación
El seleccionador Stale Solbakken, quien también fue mundialista en 1998, reconoce que la presencia del delantero ha transformado a la selección. “Erling es nuestro mayor ganador de partidos. Es humilde, trabaja por el equipo y da ejemplo dentro y fuera del campo”, afirmó. Con la lesión de Martin Ødegaard, el atacante del City asume también el rol de capitán y referente anímico del grupo.
Noruega depende de sí misma: si vence a Israel en su próximo compromiso y Italia tropieza ante Estonia o los propios israelíes, los escandinavos podrían asegurar su clasificación con dos fechas de anticipación. Pero incluso si la pelea se extiende hasta el final, Haaland está preparado para dar un paso más en su meteórica carrera.
“Clasificar al Mundial sería como si una gran nación lo ganara”, dijo el delantero. “Sería la fiesta más grande de todas”. Y con su voracidad goleadora, no parece dispuesto a perderse el baile.