El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, sorprendió al mundo del fútbol al revelar que el calendario del Mundial podría sufrir un cambio drástico a partir de 2030. Durante su intervención en la Asamblea General de la European Football Clubs (EFC) celebrada en Roma, el dirigente suizo afirmó que la organización evalúa la posibilidad de disputar la Copa del Mundo en meses diferentes a los tradicionales junio y julio, tomando como referencia la experiencia del Mundial de Qatar 2022, que se jugó en invierno.

Infantino plantea mover el Mundial por el clima extremo

“El calor en algunos países hace imposible jugar en verano”, explicó Infantino ante los medios. “No se trata solo del Mundial de 2030, sino de una reflexión global. Incluso en algunos países europeos, julio puede ser un mes demasiado caluroso para el fútbol. Tal vez debamos replantear el calendario y mantener la mente abierta para optimizar las fechas”, añadió.

El presidente recordó que el éxito logístico y deportivo de Qatar 2022, celebrado entre noviembre y diciembre, demostró que una modificación de calendario puede funcionar sin comprometer la calidad del espectáculo. Por ello, la FIFA analiza alternativas para adaptar las futuras ediciones, en especial aquellas que se disputarán en regiones con temperaturas extremas durante el verano.

Infantino también reconoció que junio, considerado históricamente el mejor mes para jugar al fútbol, no siempre es aprovechado de manera eficiente por las ligas y federaciones europeas. “Queremos encontrar un equilibrio que beneficie a todos: jugadores, entrenadores, clubes y selecciones. Hay mucho en juego”, aseguró.

Marzo y octubre, las nuevas fechas en estudio

El mandatario de la FIFA fue más allá al señalar posibles meses alternativos para celebrar la cita mundialista. “Si queremos que el fútbol se juegue simultáneamente en todo el planeta, debemos aceptar que marzo u octubre podrían ser meses ideales. Es imposible disputar un torneo en diciembre en un hemisferio y en julio en otro”, explicó Infantino.

El cambio no solo afectaría al calendario de selecciones, sino también a la planificación de las ligas nacionales, los periodos de cesión de jugadores y los torneos internacionales de clubes. Por ello, el dirigente advirtió que el proceso requerirá un amplio consenso entre todas las partes involucradas.

Con la Copa del Mundo de 2034 ya asignada a Arabia Saudita, la propuesta cobra aún más relevancia. Las condiciones climáticas del país obligan a reconsiderar las fechas de competición para garantizar la seguridad y el rendimiento de los futbolistas.

Si la propuesta prospera, el fútbol mundial podría vivir un cambio sin precedentes: un Mundial fuera del verano, en busca de un equilibrio entre tradición, logística y salud de los jugadores. Un movimiento que, como ya ocurrió en Qatar, marcaría una nueva era en la historia del deporte más popular del planeta.