Mientras el foco mediático recae constantemente en Vinícius Jr. por sus altercados con rivales, Jude Bellingham, otro de los pilares del Real Madrid, también ha comenzado a generar controversia. A pesar de su incuestionable talento en el terreno de juego, su comportamiento en situaciones tensas está comenzando a levantar sospechas y críticas, especialmente en redes sociales.

Dos episodios en cuestión

En lo que va del año, Bellingham ha protagonizado al menos dos incidentes que podrían haber sido sancionados. El primero ocurrió tras el partido ante el Valencia, cuando el inglés lanzó agua al portero macedonio Stole Dimitrievski. 

Aunque algunos interpretaron el gesto como una broma, la reacción del guardameta dejó claro que no fue bien recibido. Capturado por cámaras de la grada, el incidente pasó desapercibido para las autoridades, pero no para los usuarios en redes, que debatieron intensamente sobre la actitud del centrocampista.

El más reciente, y quizás más grave, tuvo lugar en la semifinal de la Supercopa de España contra el Mallorca. En los momentos finales del encuentro, Bellingham propinó una colleja a Pablo Maffeo, lo que desató una tangana que marcó el cierre del partido. Este acto, aunque evidente, quedó sin sanción en el terreno de juego, a pesar de que el inglés ya tenía una tarjeta amarilla. De haber sido castigado, habría recibido la roja, perdiéndose así la final contra el Barcelona.

¿Protección arbitral o simple coincidencia?

El hecho de que Bellingham no haya enfrentado consecuencias en ninguna de estas situaciones ha generado un debate entre aficionados y analistas. Algunos apuntan a una posible “protección” hacia el jugador debido a su estatus y relevancia en el Real Madrid, mientras que otros consideran que ha tenido suerte en momentos clave.

Lo cierto es que estas acciones comienzan a perfilar una imagen más controvertida del joven mediocampista, quien hasta ahora era visto como un ejemplo dentro y fuera del campo. Si bien su calidad futbolística es indiscutible, episodios como estos ponen en entredicho su conducta y podrían añadir presión sobre su figura en futuros enfrentamientos.

Con el clásico ante el Barcelona en la final de la Supercopa a la vuelta de la esquina, todas las miradas estarán sobre Bellingham, no solo por su habilidad, sino también por su capacidad para mantener la compostura en momentos críticos.